El uso de tarjetas de crédito durante épocas de alta tasa de interés es un tema importante a considerar para aquellos que dependen de estas herramientas financieras para realizar compras y mantener sus finanzas personales en orden. Esto se debe a que, con el con el aumento de las tasas de interés, los usuarios de tarjetas de crédito pueden encontrar más difícil el control de sus gastos y el pago de sus deudas. Sin embargo, hay varias cosas que los consumidores pueden hacer para protegerse durante estas épocas.

En primer lugar, es importante entender cómo funcionan las tasas de interés de las tarjetas de crédito. Cuando se usa “el plástico” como se le denomina de forma coloquial, el emisor de la tarjeta presta el dinero para realizar la compra y cobra intereses sobre el saldo adeudado. Si las tasas de interés son altas, significa que los usuarios tendrán que pagar más intereses cada vez que mantengan un saldo pendiente en su cuenta.

Esto implica, utilizar la tarjeta de crédito solamente para gastos esenciales o compras planificadas, y no para gastos innecesarios o compras impulsivas, que conlleven a una deuda superior a la que se puede pagar. En caso de que se use, es importante cancelar el saldo pendiente en su totalidad cada mes para evitar intereses adicionales. Si no es posible pagarlo por completo, los usuarios de tarjetas de crédito deben al menos pagar más de la cuota mínima para reducir la cantidad de intereses.

LA7EM contactó a cuatro expertos en economía y finanzas para saber cuándo puede ser útil el uso de estos plásticos y cómo usarlos de la manera correcta. Raúl Ávila aseguró que en momentos de tasas de interés elevadas como este, es importante maximizar los beneficios y minimizar los costos de las tarjetas de crédito.

Para hacerlo, recomienda buscar alternativas con otras entidades financieras y considerar la posibilidad de migrar y consolidar la deuda con tasas más bajas. Es decir, que el comprador debe asegurarse de estar eligiendo la tarjeta con los intereses y las condiciones más favorables del mercado.

También sugiere buscar la posibilidad de unificar la deuda en una sola tarjeta de crédito o en un préstamo personal con una tasa de interés más baja y utilizar los ingresos adicionales para disminuir la base de la deuda. Afirma que esto puede ayudar a reducir el costo total del crédito y hacer que sea más fácil de administrar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la consolidación de deudas puede no ser la mejor opción para todos y puede tener tarifas y cargos adicionales.

Para el asesor financiero, Andrés Moreno Jaramillo, las tarjetas de crédito no deberían usarse como medio de financiamiento, sino como una medida de contingencia o emergencia, o para pagar a una sola cuota, cuando se tiene el dinero disponible para hacerlo, pero se quieren aprovechar los beneficios que esta tiene.

Por ejemplo, Zuleima Barón, gerente de Ahorro e Inversión de Itaú, explicó que si bien, las tarjetas de crédito ofrecen descuentos en comercios y otros beneficios asociados a planes de lealtad que deben aprovecharse cuando se utiliza como medio de pago, es aún más importante moderar su uso en términos de financiación para evitar que se eleve el costo de las compras con el pago de mayores tasas de interés.

“El problema no está en el uso en sí mismo, sino en no tener las finanzas personales adecuadas para asumir el pago de las compras realizadas con este producto. Si se usa la tarjeta sin tener los recursos para lo que se está comprando, y se elige pagar a más de una cuota, se corre el riesgo de asumir intereses muy altos y comprometer una parte significativa de los ingresos. En estos casos, a la gente le toca trabajar un 20%, 30% o 50% más de lo que lo hace normalmente para cubrir con estas obligaciones financieras”, reiteró Jaramillo Moreno.

Camilo Pérez, Jefe de Estudios Económicos Banco de Bogotá, dio su opinión desde una perspectiva macroeconómica e hizo un paralelo, explicando que precisamente el objetivo del Banco de La República con el aumento de las tasas de interés es desincentivar la toma de crédito por parte de los agentes de la economía con motivo de desacelerar la misma y evitar las presiones de inflación. “Bajo esta lógica, lo que sucede entonces es que con unas tasas de interés más altas y un mayor costo del crédito, no es el momento más recomendable para endeudarse con productos como la tarjeta de crédito que tienden a ser unos de los más costosos frente a otros productos de endeudamiento”.

Ante este panorama, es importante que los usuarios de tarjetas de crédito sean conscientes de sus gastos y se esfuercen por reducir sus costos en general. También es fundamental que estén atentos a cualquier cambio en las tasas de interés de la tarjeta de crédito y tomen medidas para reducir la cantidad de intereses que deben pagar o hagan un uso racional e inteligente. Solo así, los consumidores podrán protegerse contra los altos costos asociados a este tipo de productos financieros y mantener sus finanzas personales en orden.

¿QUIÉN ES?

Raúl Andrés Ávila Forero
Regulación en Cenit Transporte y Logística de Hidrocarburos
Formación administrativa, económica, econométrica y estadística con amplia visión de investigación. Experiencia en dirección de grupos de trabajo en áreas de investigación sobre temas energéticos y económicos. Experiencia en el análisis de regulación económica aplicada a mercados energéticos. Gran capacidad de análisis y síntesis con habilidad para coordinar e integrar el trabajo de diferentes grupos y personas. Conocimiento en tópicos de la administración, orientado a la calidad, incluyendo la estructuración de planes y programas y su evaluación ante los objetivos propuestos. Experiencia en investigación y elaboración de estudios, publicaciones, artículos y proyectos de asesoría y consultoría en temas energéticos y regionales. Specialties: regulación, mercados energéticos, mercados de telecomunicaciones, economía de la industria

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