Buscando acelerar la inclusión social, a través del acceso a crédito competitivo, BID Lab, laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo ha impulsado una ronda de inversión de USD 1.1 millones en la startup boliviana Ultra. Como resultado de este proceso, Ultra ha alcanzado una valoración de USD 21 millones y mantiene el título de startup boliviana con mayor valoración a la fecha.
Ultra inició su trayectoria en el año 2015 con el portal inmobiliario UltraCasas, para luego incursionar en el mundo fintech a través de UltraCreditos, donde hoy aprueba mensualmente más de 150 créditos de manera 100% digital, superando los USD 1.5 millones en cartera cada mes.
Ultra proyecta aprobar hasta 1.000 créditos mensuales, alcanzando una cartera anual que sobrepase los USD 100 millones. Este logro será posible gracias a su tecnología desarrollada y permitirá la inclusión de miles de personas que antes no podían acceder a un crédito.
En el año 2018 la startup recibió USD 440 mil en su primera ronda de inversión y en el 2019 sumaron en una segunda ronda otros USD 520 mil adicionales, ambas siendo las inversiones más altas realizadas en una startup boliviana hasta ese momento. El capital obtenido permitió a Ultra revolucionar los mercados de Proptech y Fintech en el país y continuar su camino en la innovación y disrupción tecnológica.
Con esta tercera ronda de inversión, Ultra aspira a ser disruptivo en la otorgación de créditos dirigidos a usuarios actualmente desatendidos, a través de tecnología, inteligencia artificial e innovación.
De acuerdo al Reporte de Inclusión Financiera de ASFI al 2019, solamente el 28% de la población adulta en Bolivia ha accedido a un crédito del sistema financiero tradicional y, según el portal statista.com, la penetración del crédito en Bolivia al 2019 alcanza USD 2.100 per cápita, niveles bajos en comparación a países vecinos como Chile con USD 13.300 per cápita o Estados Unidos con USD 53.000 per cápita.
Alcanzar los niveles de Chile representaría una inyección a la economía boliviana de más de USD 30 billones anuales, a través de créditos competitivos, para fomentar la producción, consumo y crecimiento de nuestra economía. Más importante aún, dichos créditos otorgarán a los bolivianos acceso a beneficios y oportunidades como son una vivienda, educación, salud, capital de trabajo, entretenimiento, entre otros.
Un breve vistazo del ecosistema de emprendimiento tecnológico boliviano
El “Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital 2020”, publicado a finales del año pasado por Statista, hay 160 startups activas en el país, de las cuales el 95,6%, opera en las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, La Paz y Cochabamba.
El informe destaca que en Bolivia hay una startup por cada 25.719 habitantes y por cada 44.379 usuarios de internet. Un índice superior a los de Ecuador (una por cada 40.047 habitantes y 71.428 usuarios) y Perú (una por cada 30.660 habitantes y 50.007 usuarios). Un índice no muy distante del colombiano (una por cada 19.998 habitantes y 34.860 usuarios de internet). El índice está distante del de Chile, Brasil y Uruguay que encabeza ese virtual podio sudamericano. En Uruguay hay un negocio emergente por cada 5.720 habitantes y 12.796 usuarios de internet.
En Bolivia hubo un caso muy destacado de una compañía tecnológica adquirida por Oracle por USD 90 millones, que fue LogFire, una proveedora de aplicaciones de gestión de almacenes basadas en la nube.
En la actualidad el caso de Ultra y de YAIGO son dos startups que empiezan a destacarse a nivel regional. Esta última se lanzó en 2017, en Oruro, y en menos de tres años ha expandido su actividad más allá de los nueve departamentos de Bolivia. Actualmente, YAIGO (de “You Ask I Go”) está presente en El Salvador, Guatemala, Paraguay, Argentina y México. Todo, en gran medida, gracias a su sistema de aplicaciones que interconectan el servicio. Sistema que ya le ha permitido ganar un reconocimiento internacional.
Según el “Mapeo de Tecnología Digital 2020”, el 23,56% de los negocios emergentes bolivianos se aplican a la logística, es decir, delivery, transporte y ramas afines. Al área de salud se aplicaron 9,13 por ciento de estas empresas emergentes y a la educación con un 5,29%. Dado que el estudio fue realizado hasta julio se advierte que esas tendencias responden al impacto de la Covid-19. Un impacto que, muy probablemente, acelerará la creación y competencia de este tipo de emprendimientos.