Mientras no paran las acusaciones de Estados Unidos hacia China por su presunta creación del Covid-19 en un laboratorio, el país asiático avanza en las pruebas de su moneda digital respaldada por el gobierno, denominada RMB.

Hasta ahora las pruebas piloto se han realizado en un entorno cerrado y no están conectadas con el sistema actual de emisión y circulación de monedas soberanas. No obstante, se espera que la próxima semana se ponga en funcionamiento en cuatro de las provincias más grandes del país.

En una primera etapa ofrecerá el dinero digital a bancos comerciales y otros operadores y luego el público podrá transferir el dinero en sus cuentas bancarias a la versión digital del Yuan y depositarlo en billeteras electrónicas.

La iniciativa despierta interés en la población en el contexto de la pandemia, ya que el virus puede persistir durante algunas horas en ciertas superficies y la gente no se fía de la seguridad de los billetes y las monedas.

Por su parte, Estados Unidos explora el camino para que la Reserva Federal emita un dólar digital, para no quedarse atrás en esta carrera meteórica por el dominio comercial del mundo.

Otros países como Suecia, Canadá, Suiza, Reino Unido, Japón y el Banco Central Europeo también están analizando las ventajas y los riesgos de crear dinero virtual regulado por los gobiernos y con respaldo en las monedas de cada nación, lo que podría marcar una tendencia en un plazo no muy largo.

En el último Foro de Davos, celebrado en enero en Suiza, el tema estuvo en la mesa, especialmente porque China confirmó que el diseño de su yuan digital estaba finalizado.

A diferencia de las criptomonedas u otro tipo de representación digital de dinero utilizada por la banca comercial, las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) tienen su equivalente en el mundo real, es decir, están respaldadas por dinero físico y sometidas a las regulaciones de cada país.

Quienes promueven su creación argumentan que aumentaría la velocidad de los pagos interbancarios transfronterizos y disminuiría los costos de las transacciones.

Beneficios vs retos de la digitalización del dinero estatal

De consolidarse esta tendencia a nivel mundial es una tecnología que presenta tantos beneficios como retos. Por el lado positivo, los pagos serían más rápidos y más baratos. Actualmente las transferencias internacionales pueden demorar varios días y la comisión por el servicio supera en algunos casos el 10%.

El objetivo es que los pagos funcionen como si fueran un correo electrónico: rápidos y gratuitos para el que envía y para el que recibe. Por otro lado, las transacciones serían más seguras, dado que los depósitos tendrían el respaldo directo de un banco central.

Por el lado de las desventajas o los retos está que si en un período de crisis, los clientes deciden trasladar sus depósitos desde la banca comercial hacia los bancos centrales, provocando inestabilidad financiera.

Tampoco está resuelta la interrogante sobre si es apropiado que los bancos centrales se hagan cargo de clientes de la banca personal y otras operaciones minoristas (como el manejo de cajeros automáticos).

En cuanto al plazo, lo expertos plantean que mientras China no emita un yuan virtual el resto de las monedas digitales de los bancos centrales seguirán en un período de observación. Pero si China sorprende y actúa, es posible que el proceso de digitalización monetaria tome un poco más de fuerza a nivel de las autoridades.

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