Muchos sectores de la economía a nivel global están sufriendo las devastadoras consecuencias que llegan con el coronavirus de Wuhan. Desde grandes empresas hasta pequeños emprendimientos de todas las industrias están buscando la manera de generar nuevas oportunidades para no desaparecer en medio de la crisis.

Sin embargo, aunque el panorama es bastante oscuro y todo parece indicar que la recesión económica por la que atraviesa el mundo afectará de manera considerable a una gran parte de la población, existe un rayo de luz que está beneficiando a algunos modelos de negocio que han acelerado su crecimiento durante los días de confinamiento.

Un claro ejemplo de ello es el comercio electrónico, un modelo que por estos días atraviesa su mejor momento en América Latina. Según un estudio de Kantar que se realizó en toda la región, en la primera semana de aislamiento la penetración del comercio digital registró un alza del 100%, cifra que se ha incrementado con creces alcanzando en la actualidad crecimientos superiores al 300%.

De acuerdo a los datos recopilados por Kantar, durante la cuarentena en México se ha registrado una exposición semanal del comercio digital de más del 500%, mientras que Brasil ha incrementado este ítem en un 65%. Por su parte en Colombia, la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico publicó recientemente que el uso del e-commerce durante la crisis ha crecido entre el 50% y el 80%, especialmente en categorías como el deporte, el retail y la salud, las cuales ocupan los tres primeros lugares respectivamente.

Estas estadísticas dejan en evidencia que los consumidores latinoamericanos están adaptándose al estilo de vida del confinamiento y están modificando sus hábitos de consumo de acuerdo a las nuevas reglas del juego.

Este fenómeno ha permitido que gracias a la actual coyuntura el sector del comercio electrónico en América Latina evolucione tal vez unos 5 años más rápido que en condiciones normales.

Se tiene conocimiento de que por ejemplo, sistemas de venta como Mercado y Linio han tenido un incremento de 2 y 3 veces el número de usuarios nuevos desde que los gobiernos de la región implementaron las medidas de aislamiento por la llegada del Covid-19.

De acuerdo a las cifras, no solo los grandes competidores del comercio electrónico se han visto y se seguirán viendo beneficiados en medio de la actual crisis. Resulta entonces alentador el panorama para aquellos establecimientos que tengan desarrollada una infraestructura digital para suplir las necesidades de sus consumidores.

A pesar de las dificultades por las que están atravesando los comerciantes en el mundo, se espera que los supermercados, restaurantes, droguerías y cualquier otro modelo de negocio que se haya montado en el barco del comercio electrónico pueda salir vencedor.

Sin embargo aún queda mucho terreno por abonar y barreras por superar. El desconocimiento y la desconfianza en el funcionamiento de los sistemas de compra digitales, la falta de bancarización, y el deficiente acceso a internet de gran parte de la población, representan un reto para esta nueva forma de adquirir productos y servicios.

Sin duda alguna la inclusión financiera será clave para que cada vez sean más las personas que puedan obtener los beneficios del comercio electrónico e incorporarse a este nuevo estilo de vida que ha llegado para quedarse.

 

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