De la mano de la tecnología, la robótica, la inteligencia artificial, los avances científicos, y la aceleración en la transformación digital a causa del Covid-19, se han modificado drásticamente las skills de los trabajadores en las organizaciones, al igual que de los emprendedores. Según estima el World Economic Forum, para el año 2025 hay un consenso en señalar que al menos un 50% de las tareas que hoy se realizan con personas podrán ser realizadas por tecnología.
En ese contexto, las “soft skills” o habilidades blandas surgen de la necesidad de potenciar funciones cerebrales que, típicamente, están asociadas con el hemisferio derecho, como la comunicación, compasión, solidaridad, empatía, creatividad, innovación, amor y sentimientos. En el izquierdo encontramos los dominios del universo más lógico: cálculos, estrategia, planeación, razonamiento.
Sobre el tema, en LA7EM conversamos con Yan Camilo Vergara, cofundador de Jiuman, una agencia de pensamiento de diseño y solución creativa de problemas que co-diseña y co-crea con sus clientes y aliados en entornos de comunicación interna y externa, publicidad, marketing digital, emprendimiento, innovación, desarrollo de producto y/o servicios. Vergara es, además, es cofundador de Empower Wellness, plataforma de bienestar que facilita la instalación de hábitos saludables en personas, y que empodera a las empresas como gestoras de la salud de sus empleados.
De acuerdo con el experto, hasta hace poco se privilegiaba lo mental y racional por sobre lo emocional; hoy es necesaria esta integración para lograr la máxima efectividad personal y profesional.
Como consecuencia, más allá del nacimiento de nuevos empleos relacionados con aspectos muy específicos de cada industria, ya tenemos conviviendo generaciones de colaboradores que son 100% digitales, y en muchos casos con espacios virtuales, ejerciendo su labor a distancia y basados en la nube, el espacio virtual de almacenamiento y circulación de datos.
“En el team de toda startup debe existir una triada de talentos, que en escencia deben ser complementarios: un talento artístico, que es quien jalona todo el tema creativo; un talento técnico, que es quien tiene dominio de las herramientas con una tendencia de conocimiento más hacia las “hard skills”; y un talento financiero, que es quien maneja los números y ejecuta las estrategias comerciales y de negociación”, aseguró Vergara.
El experto enfatizó que, incluso, uno de los errores más comunes que cometen los emprendedores, es que se asocian personas con habilidades similares, cuando en realidad debe darse prelación a la multidisciplinariedad.
Las “soft skills” claves para un emprendedor
De acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la ONU para 2030, las organizaciones y las empresas que se funden en esta siguiente década, deben apostar más por las “soft skills”. En cuanto a contratación, liderazgo, productividad, gestión de equipos de trabajo, ventas y habilidades comunicativas.
En cuanto a las “soft skills” que deberán desarrollar más los emprendedores, están:
• La hiperproductividad: relacionada con la optimización del tiempo y ser eficiente con el cumplimiento de objetivos).
• Ventas y negociación: algo muy común es que las personas dicen odiar las ventas, la verdad es que si estás peleado con las ventas lo estás con el dinero. Sin ventas no hay negocio, y como te vendes te tratan. Bajo estas premisas debes trabajar tu postura al negociar y vender.
• Habilidades sociales: la manera en la que te presentas, te despides o entablas una conversación con alguien es clave al momento de emprender un negocio, el hacer un networking efectivo te puede llevar a niveles que pocas personas se pueden imaginar, la mayoría de los emprendedores que asiste a eventos de networking pasa desapercibido y pierden una mina de oro en contactos y relaciones.
• Liderazgo y gestión de equipos: exigir y señalar es fácil, lo difícil es poner el ejemplo, ese es el trabajo del líder. Para ser un buen líder, debes conocer a tu equipo. Te recomendamos “la dinámica del espiral” (conocimiento de los ocho niveles de consciencia), de esta manera identificarás cómo piensa y vive cada integrante del equipo para guiarlo e impulsarlo a alcanzar cada uno de los objetivos de tu equipo.
Yan Camilo Vergara, expresó que para desarrollar esas “soft skills” en una startup debe haber un balance de competencias, pero no como algo impuesto, sino que parta desde la escencia y la cultura de la empresa.
“La cultura en una startup se refiere a la suma de saberes que han sido convencidos por el hacer, es decir, que parten del ejemplo, de alguien que lo hizo y funcionó bien. Si desde la cultura está inherente ese balance de competencias, la estrategia funcionará bien, de lo contrario, hay que enfocarse en un cambio cultural de la organización”, concluyó el experto.