La «salsa secreta» que esconde Silicon Valley no es la abundancia de recursos financieros, la presencia de las principales empresas tecnológicas del mundo, ni la cercanía a importantes universidades que atraen el talento de todo el mundo. El secreto está en la combinación perfectamente articulada y balanceada de todos esas características.

Lo que ya es un secreto a voces es que los emprendedores deben relacionarse con otros jugadores del ecosistema para avanzar y hacer crecer su negocio. Y las grandes empresas están obligadas a conocer que se está «cocinando» en el mundo del emprendimiento ya que hoy una startup puede sacudir fuertemente los cimientos de una empresa tradicional. Por eso, Cubo Itaú ha tejido esta red de emprendimiento que sirve de conexión entre inversionistas, universidades, emprendedores y grandes empresas y que alberga startups de Salud, Retail, Educación, Fintech e Industria. Para ser parte del Cubo Itaú, una empresa debe tener un modelo de negocio validado en el mercado, debe ser un negocio escalable y debe poder presentar un facturación determinada.

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