Cuando tenemos una idea de negocio nos enfocamos en cómo podemos hacerla realidad, perfeccionar ese prototipo que por tanto tiempo hemos tenido entre ceja y ceja, aterrizarlo, darle vida, convertirlo en números y volverlo tangible.

La meta está enfocada en exhibir nuestro producto y conseguir el mayor número de clientes posible y que el negocio empiece a crecer y a posicionarse en el mercado.

Pero el crecimiento no llega solo, llega con responsabilidades y obligaciones legales. Por eso, si estás pensando en iniciar un negocio o si ya eres un emprendedor, ten en cuenta estos aspectos que te ayudarán a disminuir el riesgo de sanciones, multas e indemnizaciones a las que puede verse sujeta tu empresa en caso de incumplimiento:

  1. Sociedades comerciales:

Ten en cuenta las normas que establecen los procedimientos para la creación o modificación de una sociedad, el rol del capital de la sociedad y de los socios o accionistas. Si tu empresa cumple con estas normas, podrá acceder más fácilmente al mercado de créditos y garantizar los derechos de cada uno de los socios.

  1. Propiedad intelectual:

La propiedad intelectual se divide en derechos de autor y propiedad industrial.  La primera protege las obras literarias, artísticas y científicas y la segunda se refiere a las nuevas creaciones, patentes de invención, diseños industriales, modelos de utilidad, variedades vegetales, entre otros, abarcando también los signos distintivos, marcas, lemas, nombres y enseñas comerciales.

Todos estos elementos conforman el ADN de tu negocio y hacen parte del capital de tu empresa. Debes protegerlos y registrarlos ante la entidad correspondiente, su vulneración puede llevarte a incurrir en grandes pérdidas, ya sea porque algún competidor se apropie de tus invenciones para sacarlas al mercado como si fueran suyas o de tu buena fama y nombre para confundir a los consumidores, y obtener beneficios a su favor.

  1. Derechos laborales:

A medida que tu negocio va creciendo, va necesitando más capital humano para apoyar las actividades del día a día.  Ese es un buen indicador, siempre escuchamos a los emprendedores decir con orgullo “empezamos con tres personas y ahora somos más de veinte”. Y es que es muy satisfactorio ver cómo desde tu modelo de negocio, además de estar creciendo, estás generando oportunidades de empleo.

Por eso debes estar actualizado frente a los sistemas de contratación laboral de tu país, conocer muy bien cuáles son los derechos y obligaciones de tus colaboradores, las contingencias que debes tener cubiertas y la forma de manejar las situaciones disciplinarias, entre otros.

  1. Obligaciones tributarias:

Como veníamos hablando a lo largo de este artículo, “el crecimiento de una empresa no viene solo, viene cargado de obligaciones y responsabilidades”, y he aquí el más claro de los ejemplos.

Cuando pensamos en obligaciones tributarias, lo primero que se nos viene a la cabeza son “impuestos”. Claro, ese es su principal concepto, pero tras esa obligación se desprenden otros requisitos formales que debes tener en cuenta, como llevar una contabilidad, realizar retenciones y emitir facturas (cuando aplica).

  1. Protección al consumidor:

En materia de protección al consumidor, la ley resulta especialmente protectora. Toda persona que ofrezca un producto o servicio debe conocer cuáles son los aspectos a tener en cuenta para no vulnerar estas normas, así que procura siempre que las actuaciones de tu empresa estén enmarcadas en la verdad y la transparencia, brinda la información a los clientes de manera suficiente y detallada, entrega el producto final tal como se ofreció y otorga las garantías de calidad correspondientes.

Ahora que conoces un poco los temas legales que debes cubrir en tu empresa, no te asustes. Sí, son muchos los frentes que debes abarcar para que todo funcione perfectamente, y por eso nuestra recomendación es que desde el principio te asesores y camines de la mano de un buen contador y un buen abogado. Ellos te ayudarán a sacar adelante ese gran proyecto que nació con tu idea de negocio.

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