La aceleradora española Lanzadera es noticia por estos días por su alianza con un nuevo colectivo de inversores y por la consecución de EUR 140.000 en financiación por parte de Pibisi, una de las compañías que hacen parte de su portafolio de inversión.

Recientemente, Lanzadera celebró una alianza con Big Ban, una asociación sin ánimo de lucro que aglutina al colectivo de ‘business angels’ y otros inversores privados. Gracias a esta alianza, Lanzadera se apoyará en la asociación de inversores para conocer y seleccionar empresas externas que puedan estar interesadas en invertir, pero también para conocer posibles startups susceptibles de ser aceleradas. Además, colaborará con Big Ban en la organización del Congreso Nacional de Business Angels, el 26 de noviembre con enfoque digital.

Lanzadera augura que el acuerdo será beneficioso para los emprendedores y el ecosistema inversor en general, ante la incorporación de ‘partners’ de diferentes perfiles capaces de ofrecer su experiencia. Como colaborador y representante del ecosistema inversor, la aceleradora creada por Mercadona, pretende ayudar a aumentar el ecosistema emprendedor nacional y difundir entre sus socios las iniciativas de inversión que acoge Marina de Empresas, como el foro mensual Decks&Docks.

Otro de sus objetivos es impulsar vehículos de inversión para que sus socios tengan la oportunidad de invertir en las empresas de la aceleradora, así como en otras seleccionadas en los foros de inversión que se llevan a cabo conjuntamente.

Esto hace parte del proceso de innovación que sucede al interior de la aceleradora. Lanzadera nació hace siete años tras una crisis económica con una misión muy clara: impulsar la economía, fomentar el emprendimiento, ayudar a consolidar empresas con un modelo de gestión y fomentar el empleo, desde entonces ha impulsado a más 400 empresas, generando más de 1.000 empleos y millones de euros de financiación en préstamos.

Dentro de su proceso de reinvención también fusionó todos sus programas en uno solo y lo dividió en fases: Start, Traction, Growth (el que sería el tradicional programa) y Scale up.

Por su parte, Big Ban, que en doce años de operación ha canalizado más de EUR 38 millones y ha financiado cerca de 230 empresas, se suma así a otros partners tecnológicos como GeeksHUbs, Amazon Web Services, Stripe o Hubspot conectados con Lanzadera Space, un proyecto que pretende abrir las estructuras de la aceleradora para acoger a empresas de diferentes ámbitos y promover el intercambio de conocimiento y la experiencia más allá de las startups participantes en el programa.

Pibisi, tecnología contra el lavado de activos

La startup española Pibisi, solución en la nube que automatiza las tareas de la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, levantó una ronda de inversión de EUR 140.000.

El objetivo de Pisibi es alcanzar el umbral de rentabilidad en 2021, para lo que afianzará su posición como herramienta predilecta para los pequeños y medianos ‘sujetos obligados’, como galerías de arte, joyerías o plataformas de ‘crowdfunding’ y criptomonedas.

La herramienta automatiza parte del proceso, permitiendo a las empresas identificar a sus clientes, consultar bases de datos y analizar la operativa de los mismos (con el fin de calcular su nivel de riesgo), así como gestionar la relación con el regulador.

Esta regulación, que brinda protección frente a actividades ilícitas como el tráfico de drogas o el terrorismo, es cada día más compleja y precisa de soluciones tecnológicas eficaces y asequibles.

En esta ronda de financiación participaron Angels, la sociedad de inversión de Juan Roig; los fundadores de Indexa Capital, François Derbaix y Unai Ansejo; y el emprendedor Fernando Cabello-Astolfi. En esta operación también han participado los socios de la ‘startup’, Alejandro D. Caneda y Roberto Rozalén, así como Rafael Canales, exdirectivo de entidades del sector financiero, y David Lozano, consejero delegado de Afterbanks.

Pibisi fue fundada en 2019 por Alejandro D. Caneda, tras su experiencia como director de tecnología de una agencia de valores, al constatar la dificultad que encontraban las pequeñas y medianas empresas y las startups tecnológicas para cumplir con la regulación en materia de Prevención del Blanqueo de Capitales.

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