Con la llegada del Coronavirus la palabra “protección” se ha convertido en el día a día de todos. La pandemia ocasionada por el Covid-19 ha obligado a la humanidad a pensar en múltiples y particulares formas de protegerse. Hemos visto en las calles y en los noticieros personas por todo el mundo utilizando diversos tipo de cubre bocas, trajes especiales con telas antifluidos, e incluso, los más arriesgados, se han atrevido a utilizar extraños artefactos para cubrir sus rostros y evitar a toda costa la exposición a los peligros que representa ese pequeño pero devastador virus. Pero… ¿te imaginas poder protegerte con una burbuja como la que usan los astronautas?

Gracias al trabajo de un grupo de emprendedores colombianos ahora es posible. Se trata de una burbuja de protección similar a la que usan los astronautas para viajar al espacio, pero a diferencia de la tradicional y conocida indumentaria galáctica, esta tiene un objetivo que nos interesa a todos por igual: Proteger a las personas del Coronavirus.

Según explican sus creadores, esta burbuja está fabricada con elementos de la más alta tecnología y funciona mediante un sistema eléctrico que hace que el aire circule en su interior. Quienes las han probado aseguran que se trata de un sistema bastante cómodo y seguro.

La idea surgió hace tres meses, justo cuando inició el confinamiento obligatorio en la mayoría de los países del mundo. El ingeniero aeronáutico Andrés Felipe Giraldo, el diseñador industrial Ricardo Andrés Conde y el especialista en materiales aeronáuticos José Fabián Carmona, pensaron en diseñar un casco seguro para proteger principalmente al personal de salud, de servicios comerciales y de aerolíneas, aunque sus creadores aclaran que el prototipo puede ser utilizado por cualquier persona. La idea es que el producto pronto pueda llegar a Estados Unidos, España, Italia, Francia, Alemania y Polonia.

Según lo explicado por el ingeniero aeronáutico Andrés Felipe Giraldo, co-creador de la iniciativa y gerente de Quality Life Concept: «Los empezamos a diseñar hace un poco más de tres meses (…) hicimos 84 pruebas diferentes de configuración, hicimos más de 25 pruebas de materiales diferentes».

Lo que se pretende con esta burbuja es crear una barrera física que impida que quienes la usen se toquen la cara o se la quiten como ocurre con el cubre bocas. De acuerdo a sus creadores, las burbujas son muy cómodas y su grado de protección es confiable. Están fabricadas con materiales de alta tecnología que constan de una estructura plástica y una parte eléctrica en la que está el sistema de motor, filtros de alta calidad como el N95 y una batería. Algunas de las ventajas más representativas del dispositivo es que es transparente, lo que permite tener un mayor campo de visión, no se empaña, y es muy liviano.

Su valor comercial ronda por los 100 dólares.

Actualmente este grupo de emprendedores se encuentra en la búsqueda de apoyo financiero para poder comenzar a producir las burbujas en mayor cantidad y escala. Según lo manifestó el diseñador industrial Ricardo Andrés Conde: «Actualmente estamos con una producción muy baja porque no tenemos moldes para procesos masivos de manufactura. El enfoque de la siguiente fase consiste en obtener la financiación (…) tanto con las primeras ventas como con inversionistas. Esperamos poder hacer moldes y sacar líneas masivas que nos puedan llevar a producir 2,000 caretas al día».

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