Por Víctor H. Hincapié A. Periodista económico

Cerca de 713 mil empresas se crearon entre Colombia, Chile y Perú durante 2019, países de Latinoamérica donde se concentra el mayor número de políticas e iniciativas público-privadas para disminuir las brechas en emprendimiento femenino, trabajo que ha logrado que en estos territorios el 48% de las unidades productivas hayan sido creadas por mujeres en el último año, mientras que en el resto de la región el porcentaje solo llega a un 21%.

En este aspecto cabe anotar que, de acuerdo con los últimos datos disponibles del Banco Mundial, la región de Asia Oriental – Pacífico es la zona donde más mujeres están a cargo de empresas, llegando a un 33%, mientras que donde está más pendiente esta asignatura es en África del Sur, donde solo se llega a un 16%. El indicador mundial, que incluye 17 economías de alto ingreso y 110 economías de ingreso medio y bajo, llega tan solo a un 20%.

Así mismo, de acuerdo con el último reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) entre 1.269 empresas que cotizan en bolsa, solo el 4,2% tienen a mujeres como sus directoras ejecutivas, y tan sólo el 7,2% ocupan cargos directivos.

Para contrarrestar estas bajas cifras las mujeres que son referentes de liderazgo en el mundo y otras que ya dirigen organizaciones, se han encargado de inspirar a nuevas generaciones, dando relevancia a esos nuevos valores que han introducido las mujeres al mercado laboral, tales como inteligencia emocional, intuición, resiliencia, mayor atención al detalle y más apertura en la comunicación; valores que pueden mejorar el entorno de las organizaciones e incluso sus finanzas. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, la equidad de género dentro de las empresas las hace más rentables, produciendo un retorno 35 veces mayor que en las empresas donde no se trabaja este aspecto.

A propósito de este tema, Emprendiendo.tv habló con tres mujeres referentes de liderazgo en Colombia:

María Paula Duque, Chief Costumer Officer del holding multilatino de transporte Avianca, le explicó a Emprendiendo.tv que es necesario que las mismas mujeres se den su lugar dentro de las compañías y rompan el techo de cristal para poder ascender, resaltando que ellas componen el 55% del mercado y son poseedoras de la decisión de compra en un porcentaje aún mayor, lo cual implica que hoy las empresas tengan que incluirlas, no solo dentro de sus target profit sino también en un porcentaje significativo dentro de sus colaboradores.

Nathalia Figueroa, quien es la Vicepresidenta de Comunicaciones y Relaciones Corporativas de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, reconocida por Great Place to Work Institute como la décima mejor empresa con menos de 500 colaboradores para trabajar en Latinoamérica, y la quinta mejor en Colombia, declaró a Emprendiendo.tv que lo más importante, además de la preparación permanente, es saber llevar el equilibrio entre las vida personal y el trabajo.

Por otra parte, Patricia Pérez, directora de Microempresas de Colombia, una organización que desde 1970 promueve el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, expresó a Emprendiendo.Tv que lo más importante para una mujer que quiere ser líder es creerse el cuento, romper todas las barreras mentales que la limiten y por supuesto aprender de cada proceso. El 70% de las empresas asociadas a esta organización pertenecen a emprendedoras.

El trabajo a corto plazo que se debe hacer en emprendimiento femenino en el mundo es consolidar los logros obtenidos en la última década, tales como una mayor inclusión de las mujeres en los puestos directivos de grandes compañías y la consciencia por parte del entorno público y empresarial de promover la equidad de género. No obstante, las cifras aun no no son satisfactorias y hay regiones del planeta donde ni siquiera se considera el concepto. En Latinoamérica falta que economías más grandes en volumen de creación de unidades productivas como la de Brasil y Argentina se sumen en esta dirección construyendo un engranaje regional más potente para superar los retos existentes en esta materia.

A largo plazo, el compromiso es todavía mayor por parte de los organismos multilaterales y transnacionales, con una ejecución más efectiva de sus políticas de equidad de género. El primer paso se dio con el planteamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en 2015; 17 grandes metas trazadas para el año 2030 enfocadas en erradicar la pobreza, proteger el planeta y velar porque todas las personas gocen de paz y prosperidad.

En su apartado número cinco, habla directamente de poner fin a toda forma de discriminación contra las mujeres y niñas. De acuerdo con el PNUD las mujeres ganan solo 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres haciendo el mismo trabajo a nivel mundial; tan solo dos tercios de los países del mundo han alcanzado la paridad de género en la educación primaria; y apenas el 24% de todos los parlamentarios nacionales son mujeres, con un lento incremento del 11,3% desde 1995.

Sin duda alguna, la equidad de género y la inclusión serán temas que continuarán en el centro del diálogo mundial durante la siguiente década, con el empoderamiento femenino como centro de acción; y serán los gobiernos de cada país, las ONG pero sobre todo la sociedad civil la encargada de velar por su vigencia y su relevancia siempre.

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