Impulsada por el crecimiento de las compras en línea, la startup brasileña Favo creció a una tasa del 40% mensual a lo largo de 2020 logrando en su primer año de operaciones más de 170 mil pedidos en Brasil y Perú. En 2021, planea mantener el ritmo e incrementar 10 veces su volumen de ventas para alcanzar los USD 8 millones.

Básicamente la startup aplica el concepto de economía colaborativa utilizando una red de revendedores que sirven como puente entre los supermercados y el consumidor final en barrios y condominios. «La venta puerta a puerta, actualizada para el siglo XXI, se realiza principalmente por WhatsApp. Con catálogos de promoción, los socios emprendedores de la startup venden al vecindario. Al final del día, envían los pedidos a la central, que envía los productos a la mañana siguiente. La distribución en el domicilio de cada cliente es responsabilidad de los revendedores», explicó Alejandro Ponce, CEO y cofundador de Favo.

La empresa cuenta con más de 1.500 productos registrados, desde frutas, verduras, hasta productos de limpieza, higiene personal, artículos para mascotas y desechables. A lo largo del año, la compañía planea poner a disposición también artículos refrigerados. Para pagar las compras, los clientes pueden usar una tarjeta de crédito, cupones de alimentos, Pix y efectivo. No hay un precio mínimo de compra o flete.

«Favo está empoderando a las comunidades, creando oportunidades en un contexto de trabajo cada vez más escaso y revolucionando la forma en que las familias latinoamericanas compran en los supermercados al simplificar la cadena de suministro, utilizando la tecnología para conectar a empresarios-líderes en comunidades al consumidor final, ahorrando tiempo y dinero a las personas», agregó Ponce.

Para coordinar las entregas, Favo cuenta con dos centros de distribución propios, uno en Sao Paulo y otro en Lima. A futuro, el plan de la compañía es disponer de pequeños almacenes repartidos por las ciudades en las que opera, para reducir el coste y el tiempo de entrega. Internamente, la empresa emplea a 200 personas.

Una empresa con alto potencial regional

La vanguardia y fuerte adhesión de consumidores y representantes de ventas en Perú y Brasil despertó el interés de grandes inversores, como GFC (Global Founders Capital), uno de los primeros inversores de Slack, LinkedIn y empresas brasileñas como DogHero, BeeTech y Elevar Equity, esta última poseedora de empresas en América Latina e India en los sectores financiero y de servicios en su cartera.

Con ello, Favo, desde su primer año de funcionamiento, reveló su alto potencial de internacionalización tanto en la captación de fondos como en la expansión de su negocio en otros mercados.

Detrás de la fundación de Favo se encuentra el peruano Alejandro Ponce, cofundador de Nexus Group, un fondo de capital privado con una extensa historia de inversiones minoristas y más de USD 1.000 millones bajo administración. Posteriormente se incorporó a Marina Proença, emprendedora brasileña en el área de tecnología, habiendo trabajado ya para diferentes startups y también conocida por su contribución con contenidos sobre emprendimiento en televisión.

“Favo nació para transformar la compra de supermercados en una tarea más fácil y económica, humanizando la experiencia. Y solo lo logra gracias a la fuerza de las comunidades, el barrio, que se une para comprar y generar ingresos para los necesitados», afirmó Marina Proença, cofundadora de Favo.

Al iniciar su operación en 2019, la empresa buscaba mujeres de nivel económico medio y bajo con experiencia en ventas para ser las primeras socias de Favo. Hoy en día hay unas 2.500 personas registradas como revendedores y cada uno recibe una comisión del 7,5% por cada venta realizada.

Favo importó lo que funciona muy bien en el mercado internacional, el modelo ‘community group buy’, en el que el diferencial es el comercio social online basado en micro ubicaciones y en las redes sociales de las personas que viven en estas regiones. El puente entre proveedores y consumidores finales se realiza a través de emprendedores, utilizando las redes sociales como herramientas de trabajo.

Los fundadores, sin embargo, reconocen algunos puntos de adaptación necesarios que respondan a las realidades de ingresos, acceso al crédito y logística local, además de facilitar la inclusión de clientes y emprendedores en el comercio electrónico.

Desafíos de Favo para el 2021

Ahora, la compañía también está organizando su expansión geográfica en Brasil y en otros países de América Latina, como México, Colombia y Chile. Para financiar la apertura de nuevos mercados, Favo debe ir en busca de una nueva inversión, en el rango de USD 10 a USD 15 millones a partir de marzo.

Para los socios, los desafíos de la operación 2021 son variados. “Es un negocio complejo, tenemos que pensar en margen, surtido, logística, formación. Es una empresa que trabaja 24 horas al día, 7 días a la semana para seguir creciendo. Estamos construyendo un unicornio mientras transformamos la vida de los emprendedores» puntualizó Ponce.

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