InstaCarro, un marketplace brasileño que conecta a los vendedores de autos usados con los concesionarios, recaudó USD 23 millones en una Serie B, en una ronda coliderada por las firmas basadas en Estados Unidos J Ventures, FJ Labs y Rise Capital. En la financiación también participaron las españolas All Iron Ventures y Big Sur, entre otras. Con la última ronda, InstaCarro, ha captado más de USD 56 millones desde su inicio de operaciones en 2015.

Hasta este año, la startup operaba solo en São Paulo. En el primer semestre de este año, lanzó operaciones en ocho nuevas ciudades y ahora también está presente en Campinas, Curitiba, Joinville, Santos, Brasilia, Goiânia, Río de Janeiro y Belo Horizonte.

El CEO de Instacarro, Luca Cafici, fundó la compañía después de haber cofundado una startup de automóviles clasificados en Asia con Rocket Internet. Esa experiencia, según Cafici, le enseñó que “los clasificados de autos no estaban resolviendo los problemas que la gente tenía al vender sus propios autos”.

Hoy, InstaCarro es uno de los mayores compradores de autos usados en Brasil, según el directivo. Desde sus inicios, la empresa ha realizado transacciones por más USD 193,2 millones, trabajando con más de 35 mil personas que buscan vender sus autos a los concesionarios.

La puesta en marcha ha estado creciendo un 21% mes a mes desde el inicio de Covid 19 y ha sido rentable desde 2019. La rentabilidad ha aumentado casi 10 veces en comparación con los niveles previos a la pandemia, de acuerdo con cifras de la compañía.

“La pandemia nos obligó a reinventar nuestro modelo de negocio. Antes de los cierres, la mayoría de nuestras operaciones dependían de los sitios de inspección central, que tuvimos que cerrar durante la noche en marzo de 2020. Para nuestros clientes, nuestros distribuidores y nuestro equipo, el año pasado fue desafiante y aterrador. Nuestro equipo trabajó arduamente para reinventar nuestro modelo comercial en torno a las inspecciones de viviendas, de modo que pudiéramos seguir haciendo negocios de manera segura. Comenzamos a ir al camino de entrada de nuestro cliente en lugar de hacer que vinieran a un sitio de inspección”, explicó Luca Cafici, CEO y founder de Instacarro.

De cara al futuro, InstaCarro apunta a convertirse en una plataforma de comercio de automóviles de “servicio completo” después de escuchar a los clientes que también estarían interesados en comprar un automóvil directamente a través de su plataforma.

Bajo su modelo actual, el proceso parece sencillo. Cuando un cliente vende su automóvil a través de InstaCarro, la empresa acude a su casa para inspeccionar el automóvil, toma más de 150 fotografías y luego subasta el automóvil a través de su red de más de 4.000 concesionarios en todo Brasil. En esa línea, los clientes reciben una oferta por su automóvil en 24 horas, e InstaCarro paga al cliente el mismo día y maneja todo el papeleo.

“La subasta es un componente clave para lograr un gran precio, ya que no hay acuerdo sobre cuál es el verdadero valor de un auto usado. Cuantos más distribuidores hablen, mayor será el precio que obtenga», agregó Cafici.

La startup también planea usar esta inyección de capital para «mejorar la cobertura» de su modelo de inspección y mejorar la eficiencia de su proceso de subasta digital. Naturalmente, también tiene la intención de realizar algunas contrataciones. InstaCarro tiene 120 empleados y planea duplicar ese número para 2022.

Antes de la pandemia, la empresa se había asociado con las principales cadenas de supermercados para crear puntos de inspección. Pero con el inicio de la pandemia, comenzó a inspeccionar los autos en las casas de los vendedores, lo que ha demostrado ayudar a la compañía a moverse y crecer más rápido.