Tras semanas de negociaciones, la empresa de software especializada en servicios financieros, Intuit, creadora del software de declaración de impuestos TurboTax, confirmó que comprará MailChimp, la popular plataforma de marketing por correo electrónico. El acuerdo, valorado en la suma de USD 12 billones incluirá dinero en efectivo y acciones.

Como parte del acuerdo, Mailchimp trabajará con QuickBooks, el software de contabilidad de Intuit, para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a adquirir y retener clientes, según explicó el CEO de Intuit, Sasan Goodarzi, en un comunicado.

Mailchimp fue fundado en Atlanta en 2001 y tiene 13 millones de usuarios, desde pequeñas empresas y particulares hasta compañías que figuran en la lista Fortune 100. Juntas, las dos firmas planean ayudar a las empresas a comercializar sus negocios en línea, gestionar las relaciones con los clientes y acceder a capital.

“Mailchimp tiene muchos datos de clientes, nosotros tenemos todos los datos de compra. La magia es juntar estos dos», agregó Goodarzi.

Mailchimp fue fundada en Atlanta en 2001 por Ben Chestnut y Dan Kurzius, tiene 13 millones de usuarios, desde pequeñas empresas y particulares hasta compañías que figuran en la lista Fortune 100. Así mismo, cuenta con 2,4 millones de usuarios activos mensuales y 800.000 clientes de pago. Dos de sus grandes fortalezas son los datos y la tecnología. Cuenta con 70 mil millones de contactos y un potente sistema de automatización a escala impulsado por inteligencia artificial.

Intuit asegura que el trabajo conjunto de ambas compañías servirá para que los usuarios de las plataformas encuentren una «solución de extremo a extremo». La misma permitirá desde poner un negocio en línea, hasta comercializar productos, administrar clientes, pagar a los empleados y demás.

Además, Intuit cree que el acuerdo «avanza» su «potencia de prosperidad en todo el mundo y su estrategia para convertirse en una plataforma experta impulsada por la inteligencia artificial para acelerar sus Big Bets estratégicas para PYMES y startups.

Por su parte, Ben Chestnut, CEO y cofundador de Mailchimp, se mostró exaltado por el acuerdo. «Este es un nuevo y emocionante capítulo para Mailchimp, para nuestros más de 1.200 empleados dedicados y los clientes», aseveró el directivo.

Chestnut agregó que la transacción no afectará a los usuarios de su plataforma. En este sentido, se mantendrán los mismos productos, herramientas, soporte y la marca. No obstante, el ejecutivo señala que espera que todo eso «mejore» en manos de Intuit.

Una startup privada cotizada sin venture capital

En sus 20 años de historia, MailChimp nunca ha participado de una ronda de financiación. Es decir, nunca ha recibido financiación externa para seguir funcionando, algo que se traduce en todo un logro al ser vendida en USD 12 billones habiéndose desarrollado únicamente con medios propios.

En una época en que se acumulan las noticias de que incluso empresas de pocos meses de vida reciben ingentes cheques y financiación a través de los fondos de capital riesgo, los fundadores de Mailchimp no quisieron recurrir a inversores externos nunca. Ni cuando alcanzaron los USD 800 millones de ingresos el pasado ejercicio recurrieron a esta vía, que hubiese tenido, sobre el papel, un efecto similar al de la hormona del crecimiento en la valoración de su empresa.

Haber seguido el ‘mantra’ de haber rechazado por sistema el dinero de otros hará que Ben Chestnut y Dan Kurzius no tengan apenas que repartir el botín de la venta con terceros. La empresa, a diferencia de otras tantas ‘startups’, es solo de sus cofundadores.

Y esto se traduce en una millonaria recompensa para ambos. De los USD 12 billones hay que descontar una pequeña cantidad, USD 300 millones, que se reservan para repartir entre la plantilla de 1.200 empleados en concepto de bonus y pagas extra. El monto restante se reparte a partes iguales entre efectivo y acciones. Se estima que Chesnut y Kurzius, después de impuestos, se llevarán cada uno USD 5 billones. Es decir, que se han convertido en millonarios.

Para Atlanta, donde tiene su sede Mailchimp, el trato es una victoria. Mailchimp es una empresa famosa por su capacidad de arranque , por lo que si buscaba una confirmación de que puede fabricar decacornios fuera de Silicon Valley y sin ayuda de capital de riesgo, aquí tiene pruebas.