De acuerdo con el Índice Mastercard de Mujeres Emprendedoras 2020 (MIWE), que incluye una clasificación mundial sobre el avance de las mujeres en los negocios bajo condiciones pre-pandémicas en 58 economías, Israel encabeza la lista como el mejor país para las mujeres emprendedoras de todo el mundo, avanzando desde el cuarto lugar que ocupaba en el 2019.

Con la ambición de duplicar el número de mujeres emprendedoras en un plazo de dos años, el éxito de Israel ha sido impulsado por un apoyo institucional centrado en las PYMES. Del mismo modo, Suiza ha pasado de la posición 11 en el 2019, a la tercera en el 2020, impulsado por una considerable mejora en cuanto a apoyo gubernamental a las PYMES (un 37% más que en 2019) y el consiguiente repunte de las percepciones culturales del espíritu empresarial (un 45% más que en 2019).

Al realizar la comparación entre los países latinoamericanos el informe resalta que Colombia, que ocupa el puesto 14 en el ranking global (RG), lleva la delantera entre la región destacándose como el mejor país para mujeres emprendedoras en la región con un puntaje de 66.31. Colombia ha notado un alto movimiento en el emprendimiento femenino impulsado por la necesidad y una alta representación de mujeres líderes de negocio reflejada en un 57%. Muy de cerca se encuentra Chile: 63.37 (RG 27), Argentina: 62.86 (RG 29), Brasil: 62.36 (RG 32), México: 62.11 (RG 34), Uruguay: 61.31 (RG 35), Costa Rica: 60.88 (RG 36), Perú: 59.71 (RG 39) y Ecuador: 57.96 (RG 41).

Janet Rivera–Hernández, Vice-presidente de Comunicaciones para Mastercard Latinoamérica y el Caribe, indica que «para poder lograr impulsar una recuperación económica equitativa y sostenible es fundamental tener visibilidad de las diferencias de género en el panorama empresarial y su incidencia en ella. Estudios como MIWE 2020 contribuyen a promover el conocimiento de los factores de motivación y limitaciones de las mujeres en las empresas para que los gobiernos y responsables de la formulación de políticas y empresas puedan seguir inspirando y fomentando su progreso”.

De manera crucial, el informe presenta una perspectiva optimista para el futuro de las mujeres emprendedoras. En él se indica que la pandemia podría ser un catalizador para el progreso exponencial de las mujeres en los negocios, así como una oportunidad para corregir los prejuicios de género inherentes en caso de que los encargados de la toma de decisiones apoyen e impulsen iniciativas específicas según el género. El informe se basa en varios puntos para ilustrar esto, en particular:

De acuerdo con el reporte, la era Covid-19 presenta un discurso que empodera a la mujer en funciones de liderazgo, proporcionando inspiración en un momento en el que las barreras culturales y el miedo al fracaso todavía impiden que algunas mujeres se embarquen en aventuras empresariales.

En esa línea, el Covid-19 ha puesto en relieve la capacidad de las mujeres para liderar en circunstancias extraordinarias. Mujeres líderes mundiales como la Primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, la Canciller Angela Merkel de Alemania y la Primera Ministra Sunna Marin de Finlandia han presidido algunos de los esfuerzos más exitosos para contener el Covid-19 e infundir orden, seguridad, confianza y calma.

De otro lado, el informe muestra que las mujeres empresarias ya están demostrando una marcada adaptabilidad, a pesar de los grandes obstáculos existentes en el camino al éxito. En la primera línea, las mujeres empresarias se están adaptando al nuevo mundo del trabajo con una confianza renovada. El 42% ha pasado a un modelo de negocio digital y el 34% ha identificado nuevas oportunidades de negocios desde la pandemia.

En conclusión, el MIWE 2020 refleja que la «nueva normalidad» presenta una oportunidad única en la vida de eliminar las barreras existentes, impulsando una mayor participación y paridad de género para las mujeres en el mundo empresarial.

Además de magnificar varias veces las muchas disparidades que enfrentan las mujeres en los negocios, desde la brecha de género digital hasta la inclusión financiera, el Covid-19 ha sido un intenso estímulo para el progreso estructural. Por ejemplo, antes de la pandemia, la disparidad financiera mundial entre los géneros había permanecido estática durante casi un decenio.

Aprovechar este impulso y promover iniciativas específicas de acuerdo al género será fundamental para explotar el potencial de la mujer y acabar con los USD 172 billones en pérdidas globalmente (Banco Mundial) debido a las diferencias entre hombres y mujeres según los ingresos obtenidos a lo largo de sus vidas.

En ese sentido, la inclusión financiera es un factor clave. Sue Kelsey, vicepresidenta ejecutiva de Productos de Consumo Global e Inclusión Financiera de Mastercard, señaló que en 2020 la compañía amplió su compromiso de inclusión financiera en todo el mundo, comprometiéndose a llevar a un total de 1.000 millones de personas y 50 millones de microempresas y pequeñas empresas a la economía digital para 2025.

Como parte de este esfuerzo, «nos centraremos directamente en proporcionar a 25 millones de mujeres emprendedoras soluciones que puedan ayudarlas a hacer crecer sus negocios, mediante una serie de iniciativas que entrelazan la financiación, la tutoría y el desarrollo de tecnologías inclusivas» puntualizó la directiva.

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