Javier Iglesias, Director de Operaciones de Opinno, una firma de innovación dedicada a “resolver cualquier problema que merezca la pena resolver” en los distintos sectores productivos, nos cuenta cómo ayudan a las empresas a centrarse más en el cliente, ser más ágiles y estar más conectadas con el ecosistema.
La rapidez de los cambios no es constante hoy, sino que hay una aceleración exponencial que dificulta a los negocios y a las personas mantenerse vigentes a largo plazo en los mercados. Si miramos a las empresas más importantes de hoy, se trata de firmas muy jóvenes, mientras que las empresas más tradicionales y consolidadas, se ven en un constante peligro de desaparecer. Es importante, además, resaltar que las empresas jóvenes también viven en continua reinvención, para encontrar formas de perdurabilidad en el tiempo, y que en los sectores productivos lo que se está viviendo es una continua remezón, que para muchos, curiosamente, parece imperceptible en medio de la cotidianidad.
Siempre hay que estar sentando nuevas bases para el futuro de cada negocio, y esta no es solamente una labor para los líderes, sino para las personas que trabajan en las empresas o que quieren emprender. No estamos hablando de cambios de los negocios en sí, estamos hablando de cambios drásticos en todo el entorno en el que vivimos y trabajamos. Hay una innovación diaria, conocida como innovación incremental, y una innovación adyacente o disruptiva, que resulta de ser proactivos y prever escenarios futuros, o incluso crearlos. Para sacar ventaja de esas innovaciones de mejoramiento paulatino que se hace diariamente y de las disrupciones, Javier aconseja una variedad en el portafolio de innovaciones (resultante de la gestión del conocimiento) y reitera el centrarse en el cliente, la agilidad y la conexión con el ecosistema como las bases fundamentales para el éxito de las innovaciones, pues son las que las hacen relevantes.