José Adolfo Quisocala es un niño de 14 años, nacido en Arequipa, Perú, y con una gran inquietud por lo social y lo ambiental. Cuando tenía siete, y cursaba primero de primaria, José Adolfo lanzó en su escuela la idea de que los niños pudieran hacer reciclaje y cuidado del ambiente, recibiendo recompensas a cambio que se pudieran tomar como unidades de ahorro, para que a la vez que aprendían a conservar el medio ambiente y optimizar los desperdicios, también aprendieran educación financiera. Esa iniciativa de José Adolfo es el Banco Cooperativo del Estudiante Bartselana, nombre que viene de las iniciales de los diez primeros niños que creyeron en el proyecto de José Adolfo, y que ha sido reconocido en distintos escenarios, incluyendo las Naciones Unidas, por su carácter novedoso, además de hacer de José Adolfo el banquero más joven conocido en el mundo.

José Adolfo logró sumar voluntades, tanto de sus padres, profesores, compañeros de escuela y distintos estamentos de la sociedad peruana e internacional, e incluso Disney ha preparado un documental sobre él y su ejemplo como concientizador, y disruptor en su comunidad y en el mundo de la banca y los negocios. Su inicio fue como Alcalde del Colegio, y no solamente buscó los proyectos normales que los niños de su edad y en el ambiente escolar suelen impulsar, sino lograr efectos reales en las economías de los hogares de sus compañeros, enseñando ahorro y ecología. Él recuerda cómo veía a sus compañeros gastar gran parte del dinero que se les daba en sus casas para alimentarse, en láminas para álbumes. Los fue convenciendo de ahorrar ese dinero para construir capital en el futuro, por avanzado que esto pueda sonar en un lenguaje infantil.

Luego, al ver la cantidad de basura que se desechaba cada día y haber leído sobre el reciclaje y la basura como mercancía, pensó en que así podría aumentar los ahorros de sus compañeros, lo que condujo a la recolección de los desechos reciclables y venderlos a quienes los acopian y utilizan. Lo vendido se consigna en la cuenta del niño que ha recogido el material y, una vez se cumple una meta de ahorro pactada previamente, solamente ese niño, como titular de la cuenta, puede acceder a su dinero.

Share This