Mario López fundó a Poincenot Technology Studio bajo una idea simple: tener un estudio para crear empresas de servicios financiero a través de la innovación digital. Este es uno de esos casos en los que las palabras son cortas y sencillas, pero su contenido es complejo, intrincado y profundo, pues los servicios financieros se hacen cada vez más sofisticados, la interacción de la data resultante de las transacciones es más generadora de novedades y la tecnología para este sector requiere de mayor capacidad de cómputo, programación más concienzuda y la apertura a nuevas opciones que pueden significar un total cambio de la forma y las estructuras que sostienen el tradicional, fuerte y siempre discreto mundo del sistema económico.

Poincenot es, en medio de este contexto, una company builder, que no lanza productos, sino que crea empresas nuevas, las maduran y luego las ponen en condiciones de autogestionarse. Pero estas empresas están alejadas de la burocracia, el papeleo y la lentitud de las compañías tradicionales, y son fintechs que van entrando a cubrir y solucionar las necesidades que esta cuarta revolución tecnológica va creando. Desde los cambios que se prevén del famoso código Swift en las transacciones tradicionales hasta las posibles implicaciones de que los negocios lleguen a ser totalmente P2P (persona a persona, sin intermediarios, y a través de canales digitales), el factor común sigue siendo la conjunción de las finanzas con las tecnologías, es decir, ese hibrido imprescindible hoy que son las fintechs.

El desarrollo de mercados junto con Mercado Libre (el muy famoso unicornio), los prestamos para capital de trabajo, el acceso a servicios financieros a través de apis, los préstamos específicos para compañías financieras, las soluciones omnicanal y las plataformas bursátiles, entre muchas posibilidades más, son la cotidianidad en Pincenot Technology Studio. Y, claro, los mercados traerán necesidades nuevas, en las que Poincenot va a estar innovano y brindando soluciones.

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