Onna Technologies, de origen español y con sedes en Barcelona, San Francisco y Los Ángeles, acaba de cerrar una ronda de financiación por USD 27 millones, convirtiéndose en la más importante en lo que va del año para el mega fondo de inversión Atómico, y en una de las operaciones más relevantes en el continente europeo dado el contexto de crisis en el que se encuentra la economía.

Onna Technologies cuenta entre sus inversores con la gestora española Nauta Capital o con gigantes de Silicon Valley como Dropbox o la plataforma de mensajería Slack.

Esta operación se suma a la que tuvo lugar a mediados del año pasado, en la que captó USD 11 millones. En aquella ocasión, lideró el fondo londinense Dawn Capital, especializado en fintech y servicios financieros. Pero no fue el único socio que se sumó al accionariado. Dos de los gigantes tecnológicos que han sido incorporados a su plataforma, Dropbox y Slack, también irrumpieron como accionistas. Este último a través de su fondo especializado en software.

El negocio de herramientas tecnológicas que permiten la digitalización de procesos y de información en las empresas se ha disparado en los últimos años. Ahora, la pandemia lo ha hecho aún más importante, ante la necesidad de utilizar la nube y extender el teletrabajo en los equipos.

Esta operación en Onna Technologies es la más destacada en lo que va del año en España. Según los datos del Observatorio de Startups de Bankinter, el primer trimestre no se vio apenas afectado en cuanto a financiación (que creció un 22%). Aunque a partir de mediados de marzo, todo cambió. De acuerdo a una encuesta elaborada por el mismo organismo de la entidad, el 85% de los emprendedores se han visto afectados, especialmente en la negociación de nuevas rondas. En estos primeros meses, las compañías del sector tecnológico han tratado de alargar la caja, con rondas ‘in extremis’ como la que estudia Glovo.

El negocio de Onna Technologies

La startup española, autodenominada como el «Google de documentos» tiene un modelo conocido en el argot del sector como SaaS. Es decir, cobra una comisión por la explotación de su software, en función del nivel de uso y de las necesidades.

Salim Elkhou es el fundador de la compañía. En 2007 creó la firma e-Stet, que era una suerte de ‘navaja suiza’ tecnológica para el sector legal, que aportaba herramientas para preservar datos, procesarlos, analizarlos o revisarlos. Diez años después, EY se hizo con la startup, con sede en Los Ángeles (Estados Unidos), en una adquisición cuya cuantía no se hizo pública. Un par de años antes, el emprendedor había creado Onna. La compra de su startup le llevó a centrarse completamente en esta última, con sede original en Barcelona. Se trata de una plataforma que unifica toda la información que las empresas tienen diseminada entre servicios de alojamiento en la nube, aplicaciones de mensajería o correo electrónico. A través de diferentes tecnologías, permite agilizar toda la búsqueda de datos, ya sea en documentos, vídeos o audios.

Entre sus clientes se encuentran grandes conocidos de Silicon Valley como Facebook o Lyft, desarrolladores de videojuegos como Electronic Arts y también conglomerados mediáticos como News Corp. En un primer momento se centraron en los documentos jurídicos como contratos o acuerdos de confidencialidad. Posteriormente se abrió al resto, para facilitar el acceso a toda la información por parte de los empleados.

Sobre el mega fondo Atómico

Fue creado por los fundadores de Skype, vendida a Microsoft en el año 2011 por casi USD 8.000 millones . El fondo es accionista de startups españolas como Jobandtalent, Ontruck, y otros unicornios del continente como Klarna.

Recientemente cerró su quinto fondo en 820 millones de dólares que utilizará para invertir en empresas tecnológicas que se encuentren en sus primeras etapas y tengan su sede en Europa, por lo cual su movimiento con Onna Technologies es una de sus primeras jugadas estratégicas.

No obstante, sus cifras son una incógnita, pues su sede está ubicada en Estados Unidos, como sucede con otras muchas startups que tienen fondos internacionales. Por tanto, la filial con la que operan en España no reflejan del todo sus ingresos reales. La empresa aseguraba el año pasado que estaban a ritmos de crecimiento del 300% en ingresos.

Cuenta con menos de un centenar de empleados repartidos entre sus diferentes sedes. La principal es Barcelona, donde nació, y luego está Nueva York (EEUU), Toulouse (Francia) y Carolina del Norte (EEUU).

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