Rappi anunció que cerró una nueva ronda de inversión en la que logró levantar un poco más de USD 500 millones y logró una valuación de USD 5.2 billones, en una transacción liderada por las firmas T. Rowe Price, Baillie Gifford, Third Point y Octahedron, además de GIC y Softbank. Los dos últimos ya hacían parte del grupo de inversionistas de la aplicación y las nuevas que participaron en esta ronda se suman a DST Global, Y Combinator, Andreessen Horowitz y Sequoia Capital, entre otros.
El nuevo financiamiento eleva el total recaudado de Rappi desde su inicio en 2015 a más de USD 2 billones. Hoy, la startup tiene operaciones en nueve países y más de 250 ciudades en América Latina. Su último aumento fue una ronda de financiación de USD 300 millones en septiembre de 2020.
“Nuestro grupo global de inversionistas confían en nuestro modelo de negocio único, creen en la fortaleza de nuestra región y apoyan nuestra visión para contribuir de manera activa en el desarrollo económico a través del impulso del comercio local. Este capital adicional afirma nuestra visión y nos permitirá continuar, tal y como está planeado, nuestro plan de crecimiento y la posibilidad de seguir cubriendo las necesidades de los usuarios”, expresó la compañía en un comunicado.
Rappi señaló que con esta nueva inyección de recursos, buscarán fortalecer su oferta nueva, como entregas en minutos a través de pequeños centros de abastecimiento (la opción Turbo) y sus servicios financieros.
En un comienzo, Rappi se centró en la entrega de bebidas y desde entonces se ha expandido a comidas, abarrotes, productos tecnológicos y medicamentos. La compañía también ofrece una función de retiro de efectivo, lo que permite a los usuarios pagar con tarjetas de crédito y luego recibir efectivo de uno de los agentes de entrega de la startup. Hoy, la compañía dice que su aplicación permite a los consumidores «pedir casi cualquier bien o servicio», encaminada a convertirse en una super app.
Además de la entrega tradicional, los usuarios pueden recibir productos entregados en menos de 10 minutos, pueden acceder a servicios financieros, así como a ‘caprichos’ y ‘favores’. Los caprichos permiten a los usuarios pedir cualquier cosa disponible en su área de cobertura. Los favores ofrecen una variedad de servicios personalizados, como hacer un mandado, ir a la ferretería o elegir y entregar un regalo. Los dos productos permiten a los usuarios conectarse directamente con un mensajero.
El camino de financiación de Rappi
En 2016, cuando la compañía estaba en su etapa más temprana, se propuso entrar a Y Combinator, una de las aceleradoras de startups más relevante del mundo, ubicada en Silicon Valley.
Las cosas salieron bien y, tras encontrarse cara a cara, en una entrevista de 10 minutos, con Paul Buchheit, el creador de Gmail, y otro grupo de especialistas, finalmente los aceptaron en su programa. Tras ese hecho, el fondo Andreessen Horowitz invirtió, en una ronda semilla, USD 9 millones en la empresa.
“Creo que Rappi será, en un futuro, el Amazon de América Latina. En cuatro años se expandió a nueve mercados y creó un producto que los consumidores adoran profundamente; esto, en un mercado donde el ecosistema de venture capital y de startups aún se está desarrollando”, señaló en ese momento Anu Hariharan, partner del Y Combinator Continuity Fund.
Después de esta primera inversión, y tras ser rechazados por otros 42 fondos que les cerraron las puertas cuando buscaban una nueva ronda ya de serie A, la compañía consiguió una cita en Sequoia Capital, el legendario fondo que ha respaldado a Apple, Google, Youtube, Zoom, entre otras.
El hecho culminó en una nueva inversión de USD 52.8 millones del fondo, misma que les permitió saltar a los mercados brasileño y argentino. Fue este respaldo el que los llevó a convertirse en un imán para nuevos inversionistas. Fue entonces cuando llegó SoftBank liderando una megaronda de USD 1 billón.
Posteriormente, la empresa concretó otras dos inversiones importantes: una de Delivery Hero, de USD 130 millones, otra de USD 200 millones de DST Global, y esta ultima ronda por USD 500 millones, liderada por T. Rowe Price.
