Citigroup se convirtió en el primer banco importante de Wall Street en nombrar a una directora ejecutiva al anunciar que Jane Fraser reemplazará a Mike Corbat. La sucesión fue precedida por el nombramiento de Fraser, de origen escocés, como presidenta de Citi Consumo el año pasado, algo que, según fuentes internas, fue un precursor para que finalmente se convirtiera en directora ejecutiva del banco, cuyo balance de USD 2.2 billones lo convierte en uno de los principales bancos del mundo.

Fraser, de 53 años y ex socia de McKinsey & Company y Goldman Sachs, ya es una de las mujeres con más alto nivel de Wall Street, después de pasar 16 años en Citi y en la dirección de su banco de consumo desde el año pasado. Antes de eso, dirigió la operación latinoamericana de Citi.

La nueva directiva del Citi ha dicho abiertamente que es una madre trabajadora en finanzas. «Tener hijos me humanizó. No hay nada como tener hijos para ayudarte a entender dónde están tus prioridades», expresó Frasier durante un foro reciente de American Society.

El nombramiento de Fraser se da en un momento para Wall Street en donde los altos puestos todavía son dominados por hombres. En una audiencia ante el Congreso el año pasado, siete jefes de bancos, entre ellos el actual director ejecutivo, Mike Corbat, no levantaron la mano cuando se les preguntó si su probable sucesor era una mujer o una persona de color.

Un legado por cubrir

Mike Corbat pasó ocho años como director ejecutivo del banco, reemplazando a Vikram Pandit después de la crisis financiera. Citi, que requirió uno de los rescates financieros más grandes en la crisis, ha luchado por reconstruirse. Resultó perjudicado por ser propietario de un banco de consumo mucho más pequeño en un momento en que los inversionistas preferían la estabilidad de la banca minorista a las utilidades volátiles de los mercados de capital y de la banca de inversión. Los resultados desiguales de sus grandes operaciones en mercados internacionales como México también pesaron sobre la rentabilidad.

“Siempre hay más por hacer”, dijo Corbat en rueda de prensa, quien entregará las riendas de la entidad en febrero, y agregó que cree que “es el momento adecuado para que su sucesor guíe a Citi en esta próxima etapa de progreso”.

El desempeño relativamente bajo de Citi, a pesar de su franquicia global tan respetada, atrajo la atención de ValueAct, un inversionista activista, que tomó una posición de USD 1.200 millones a finales de 2017.

Aun así, los ingresos netos de Citi aumentaron más del doble durante el tiempo de Corbat en el puesto superior, de USD 7 mil millones en 2012 a USD 20 mil millones en 2019.

Al igual que otros grandes bancos, Citigroup se enfrenta ahora a un ambiente mucho más difícil debido al confinamiento por el coronavirus que ha causado estragos en las pequeñas empresas y ha golpeado a varios sectores, incluidos turismo y energía. En el trimestre más reciente, Citigroup sumó USD 5.600 millones en reservas para prevenirse de eventuales préstamos incobrables.

Desafíos del nuevo liderazgo femenino del Citi

Citigroup, cuarto banco de Estados Unidos por activos, contaba con siete mujeres en su directorio, compuesto de 16 integrantes. Fraser será la octava. Según la organización Catalyst, solo 31 de unas 500 firmas representadas en el índice ampliado S&P 500 eran dirigidas por mujeres a inicios de año, es decir un 6%.

El otro reto es la brecha salarial entre hombres y mujeres dentro de la compañía. Las empleadas de Citigroup ganan en promedio un 27 por ciento menos que los empleados masculinos, cuando factores como el título y la ubicación no se tienen en cuenta, el Wall Street Journal.

Esa fue una ligera mejora de dos puntos porcentuales respecto al año pasado, según un análisis interno de la institución. En puestos de trabajo similares en el mismo lugar, a las mujeres en promedio se les paga el 99% de lo que se les paga a los hombres, a la par con los resultados del año pasado.

Citigroup comenzó a revelar cifras de brechas salariales «brutas» en todo el mundo el año pasado en respuesta a la presión de los accionistas para revelar cuánto menos paga a las mujeres que a los hombres.

De otro lado, una ley británica que entró en vigencia en 2018 obligó a las corporaciones a revelar anualmente cifras de brechas salariales no ajustadas para sus operaciones en ese país, pero Citi es el único banco que divulga voluntariamente las métricas globales.

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