La regulación gubernamental en diferentes sectores del mundo a causa de la pandemia ha ido pasando por diferentes fases de acuerdo a la evolución del virus.

En una primera fase de la expansión del coronavirus hacia occidente los gobiernos tomaron algunas medidas parciales de aislamiento y cierre de una parte de las actividades comerciales. No obstante, en la mayoría de países de Europa dichas medidas no fueron suficientes para frenar su rápida propagación. Cuando la OMS declaró oficialmente la pandemia la curva de contagios había golpeado fuertemente los sistemas de salud de algunos países como Italia, España, Reino Unido y Francia, y las medidas de aislamiento tuvieron que endurecerse para empezar a aplanar dicha curva.

A pesar de la tardía reacción de China frente al virus, una vez se declaró la pandemia, además de China, otros países de la zona como Corea de Sur y Singapur impusieron duras cuarentenas y medidas extremas de control ciudadano que ayudaron a frenar el contagio localmente.

Regulación para la reactivación económica en medio del Covid-19

Ahora, el tema regulatorio se encuentra en una nueva fase, la de la reactivación económica. Uno de los fenómenos expresados por los economistas es que en la medida en que los países impusieron cuarentenas más rigurosas se vieron obligados a cerrar sus economías totalmente. Esto causó un shock y un deterioro inmediato de la demanda además de golpear con mucha fuerza sectores como el energético, el aeronáutico, el turístico y en general toda la cadena de valor se contrajo en números alarmantes.

China fue el primero en levantar las medidas de aislamiento sin abrir fronteras todavía y paulatinamente ha ido poniéndose en pie y dando una luz de esperanza frente a esta problemática mundial.

En la actualidad algunos países de occidente ya han comenzado a reabrir su actividad económica de una forma gradual con extremas medidas de control en el transporte público, en zonas de alta aglomeración y con alta vigilancia sobre la nueva normativa de cuidados y protección para sus empleados para las empresas de los sectores que empezaron a activarse.

La propuesta en este sentido es ir dinamizando, aunque sea de forma parcial, sectores clave que demanden mano de obra para mitigar las cifras de desempleo, que según las perspectivas de la OIT alcanzarán cifras cercanas a los 30 millones.

No obstante, es claro que queda mucho trabajo por hacer y el panorama regulatorio mundial, además de tener un escenario cambiante casi a diario, se enfrenta a retos de una situación sin precedente.

Propuestas de la OCDE para la fase de reactivación económica en medio del Covid-19

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico expresó que los gobiernos deberían garantizar una mayor cooperación internacional a la hora de abordar este desafío sanitario y, al igual que ya se hace en el ámbito científico, se deberían aprobar medidas para garantizar que las vacunas y tratamientos, una vez desarrollados y fabricados, lleguen a las personas lo más rápido posible. En este sentido, insta a los organismos reguladores, como la FDA estadounidense o la Agencia Europea de los Medicamentos, a trabajar juntos para eliminar los obstáculos normativos para las vacunas y los tratamientos.

Al mismo tiempo, considera el organismo, que los gobiernos deberían impulsar políticas de manera conjunta, en lugar de abordarlas de forma descoordinada, y asegurar que se proporciona un “colchón financiero» inmediato para amortiguar la crisis y acelerar la recuperación con ayudas a los trabajadores amenazados con el paro y a las empresas agobiadas por pagos inminentes.

También se requieren inversiones inmediatas en el campo de la sanidad con pruebas exhaustivas y tratamientos para todos los pacientes, estén asegurados o no, apoyo a los trabajadores sanitarios y, algo muy imperioso actualmente en países como España o Francia, mejorar el suministro de mascarillas, unidades de cuidados intensivos y respiradores, entre otros.

La OCDE considera asimismo crucial que se mejore la coordinación en la regulación y supervisión financiera. En este sentido, indica la entidad que un enfoque coordinado a la hora de supervisar, diagnosticar tensiones emergentes y adoptar medidas reguladoras arrojaría unos resultados mucho más positivos que un conjunto de respuestas incoherentes y fragmentadas.

Finalmente, subraya que hoy más que nunca, resulta crucial aportar todos los medios y elementos necesarios para restablecer la confianza pública, lo que implica resolver problemas previos a la crisis del coronavirus como las restricciones al comercio, apunta en referencia a la guerra comercial que Estados Unidos entabló en estos años pasados con China y hasta la Unión Europea y que minó aún antes de la epidemia la confianza de los mercados.

 

 

 

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