Según un informe de CNBC, la compañía de lanzamiento espacial de Elon Musk, alcanzó una valoración de USD 74 billones con este nuevo capital. Space X, que fue fundada en 2002, ha recaudado más de USD 6 billones hasta la fecha, incluida esta última inyección, con una ronda de riesgo de USD 2 billones recaudada en agosto pasado.

Esa financiación se invirtió a una valoración de USD 46 billones, lo que significa que el valor de la empresa, al menos a los ojos de los inversores privados, se disparó un 60% en los últimos seis meses.

El salto en la valoración de SpaceX representa otra victoria para Musk, cuya compañía de automóviles eléctricos, Tesla, se disparó en aproximadamente un 350% en valor durante el año pasado.

Los ingresos obtenidos en las rondas anteriores se convirtieron en dinero en efectivo para Starlink y Starship. La primera destinada a una constelación de satélites para ofrecer internet de alta velocidad en cualquier parte del mundo. En estos momentos solo un grupo reducido de clientes pueden acceder a este servicio a través de una cuota mensual dentro del programa beta.

Por su parte, Starship representa el ambicioso proyecto de enviar logística y hasta 100 personas a la luna y posteriormente a Marte, reutilizando el cohete como si se tratara de un avión comercial. Starship se encuentra en estos momentos en una fase de prueba y error antes de proceder a lanzamientos seguros.

Esto, evidentemente, genera millones de dólares en inversión de I+D y gastos para cada prueba, lo que convierte a SpaceX en una empresa con pocos fondos a corto y medio plazo, motivo por el que son necesarias las rondas de inversiones de capital privado. En un futuro se espera que la compañía sea autosuficiente para generar sus propios ingresos económicos y avanzar en sus objetivos fijados.

En esa línea, SpaceX ha logrado en ese rango de tiempo buenos resultados que convencen cada vez más a sus inversionistas de riesgo. Logró la construcción de su constelación de banda ancha Starlink para más de 1.000 satélites activos; el lanzamiento de su primera tripulación operativa de la NASA a la Estación Espacial Internacional a bordo de una nave espacial Dragon; lanzando no una, sino dos pruebas de vuelo a gran altitud de su nave espacial Starship con resultados relativamente buenos; y lanzó su primera misión dedicada al viaje compartido, demostrando la viabilidad de un gran grupo potencial de nuevos clientes de lanzamiento.

Musk dijo en Twitter a principios de febrero que Starlink «es un esfuerzo técnico y económico asombrosamente difícil. Sin embargo, si no fallamos, el costo para los usuarios finales mejorará cada año». Dijo en otros tuits que SpaceX «necesita atravesar un profundo abismo de flujo de caja negativo durante el próximo año para que sea financieramente viable, y que una vez puedan predecir el flujo de caja razonablemente bien, saldrá a bolsa».

El coste de la constelación de satélites para ofrecer internet en todo el mundo se estima en algo más de USD 10.000 millones. En cambio, los beneficios futuros podrían ser de unos USD 30.000 millones al año, cuando el servicio esté operativo por completo. Esto además permitirá romper con las limitaciones físicas actuales para conectarse a Internet en muchos lugares del mundo.

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