Tras el boom de venture capital vivido por las empresas emergentes de LAC en 2021, varios informes de tendencias y perspectivas demuestran que estas compañías tienen indicadores de crecimiento más notables que las de otras regiones. De acuerdo con un reporte de TheVentureCity, en el cual se analiza el comportamiento del capital de riesgo en los Estados Unidos, Europa y América Latina, destaca que las startups de Latinoamérica están batiendo récords en lo que respecta a cantidad de rondas levantadas y montos en cuestión.
Este aumento récord representa un incremento anual total en estas tres regiones del 491% en 2021 en comparación con el segundo trimestre de 2020. Al medir los rendimientos en las diferentes regiones de forma individual en relación con el mismo período del año pasado, la financiación de riesgo en los Estados Unidos aumentó un 128%; en Europa aumentó un 239%; y en América Latina aumentó un 454%.
De otro lado, el estudio “Latin America Digital Transformation Report de 2020”, concluye que Latinoamérica logró crecer o potenciarse hasta en un 63% desde 2003 en lo que respecta a transformación digital. Si se retoma la comparación con Estados Unidos esto resulta muy superior en contraste con el crecimiento del país norteamericano, que lo hizo solo al ritmo del 11% durante el mismo periodo, mientras que la economía de China alcanzó cifras del 40%.
En lo que respecta a China, según el World Economic Forum, el gigante asiático aceleró sus inversiones en América Latina y el Caribe, convirtiéndose en la tercera fuente de inversión en las economías de la región. Entre 2015 y 2020, empresas privadas y paraestatales invirtieron alrededor de USD 74.8 billones en los países latinos. En particular, China se enfocó en tres economías durante la pandemia: Chile, Colombia y México. Estos concentran cerca del 77% de su inversión. En comparación, entre 2010 y 2014 Argentina y Brasil atrajeron USD 6 de cada USD 10 invertidos por empresas chinas en la región.
Para las PYMES latinas, la digitalización de sus diferentes procesos se ha convertido, más que en un valor agregado, en un requisito para alcanzar verdaderos niveles de competitividad. El de la tecnología se coloca como un mercado muy prometedor en la medida en que el mundo precisa soluciones cada vez más innovadoras. La necesidad que las empresas tienen de ser más productivas hace que este sea el momento y el foco perfectos para resolver problemas de mayor valor cada vez.
El boom de inversión de capitales en negocios tiene el ojo puesto, por ejemplo, en las fintech, compañías que llegan a un mercado que, durante el primer semestre de 2021, alcanzó inversiones por hasta USD 7.5 billones, según datos de la firma Latam Fintech Hub. Y, de acuerdo con el sitio especializado PitchBook, firmas de riesgo invirtieron hasta USD 8.8 billones en startups de este sector en América Latina, lo que equivale a una importante inversión y da muestra del atractivo del sector.
En este contexto, las PYMES que más crecen son aquellas orientadas al mercado B2B, en particular, las que ofrecen soluciones de cobro y pagos, servicios TI, servicios de consultoría legal, tecnología para la gestión de marketing, ventas y logística, herramientas digitales para la gestión de documentos y flujos de trabajo, entre otros.
Es de anotar, que las primeras empresas unicornio en Latinoamérica se empezaron a notar entre 2005 y 2013, el gran referente es Mercado Libre, nació en 1999 y ha logrado sobrepasar momentos difíciles como el “punto com” o la crisis financiera de 2008, convirtiéndose en la empresa líder de ecommerce desde México hasta Argentina, la cual a inicios de 2021 alcanzó el estatus de Hectacornio (empresa valuada en más de USD 100 billones).
Una de las claves más importantes para esto, fue el gran talento que crearon las primeras startups, que apostaron hace más de diez años al ecommerce, invirtiendo cientos de millones de dólares para crear una era de transaccionalidad (pagar por internet), dando como resultado el nacimiento de las primeras mafias de tecnología de América Latina, como sucedió en Estados Unidos en el siglo pasado.
Finalmente, cabe destacar que estos semilleros de talento son un pilar para el desarrollo tecnológico y creación de unicornios, personas que en pocos años han pasado de casi cero a dirigir equipos de cientos de personas y presupuestos de millones de dólares, pudiendo experimentar, cometer errores y aprender. Igualmente se han convertido en el lugar donde estos equipos de gran envergadura se conocen y posteriormente juntos crean soluciones a grandes problemas.
Estos fundadores no son personas que salieron de la “nada”, la mayoría son ex emprendedores o directivos de grandes startups tecnológicas donde aprendieron con el dinero de otros lo necesario para crear empresas que generan gran valor, respaldado por otro pilar importante que son los venture capital, quienes en los últimos cinco años han invertido más de USD 20 billones en empresas de tecnología.
No obstante, al ecosistema de emprendimiento de alto impacto de la región todavía tiene muchos desafíos por resolver a nivel económico, político y regulatorio, entre otros, pero los últimos dos años y el contexto de pandemia parecen haber abierto una ventana de oportunidad nunca antes vista.