En las áreas rurales de una pequeña ciudad llamada “Tamale”, ubicada en el centro de Ghana, es común ver a las personas discapacitadas arrastrándose por las calles para poder desplazarse hacia su sitio de destino. Esto se presenta debido a las condiciones de extrema pobreza que sufren casi la mitad de sus habitantes, a loas cuales no se les permite siquiera tener acceso a una silla de ruedas.

Esta situación fue identificada por el hermano Trevor Robinson, un misionero británico perteneciente a los Padres Blancos, la Sociedad de Misioneros de África, quien decidió dedicar tiempo, energía y sus mayores esfuerzos, para mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad que habitan en esta región africana de casi 400.000 mil habitantes.

Fue así como el hermano Trevor se ideó un triciclo que funciona como silla de ruedas, el cual permite a las personas con discapacidad sentarse en él y mover sus pedales con las manos. De esta manera logran desplazarse con mayor facilidad.

Gracias a las personas que se sumaron a esta iniciativa, como voluntarios o donantes, Trevor logró recolectar material desechado y partes viejas de bicicletas.S, sin embargo, fabricar cada triciclo para discapacitados costaba alrededor de 250 euros, ya que debía comprar otras piezas como, tuberías, neumáticos, material para soldar, pintura, asientos, entre otros, acumulando una suma que para una persona discapacitada en Ghana puede resultar demasiado alta. 

Pero Trevor no se detuvo., Ttras pedir ayuda, el misionero empezó a fabricar unos 10 triciclos por semana, y fue en el año 1992 cuando se creó el proyecto “Silla de Ruedas”, a través del cual también se crean extremidades artificiales y aparatos ortopédicos. 

Desde que empezó, se han repartido más de 1.200 triciclos de forma desinteresada a hombres, mujeres y niños en condición de discapacidad y que son demasiado pobres para comprarlos. Algunas personas ofrecen un poco de dinero si lo tienen, pero en su mayoría no cuentan con los recursos para pagar. 

El hermano Trevor sigue construyendo estos triciclos, ya que, en palabras suyas: “permiten que las personas tengan dignidad y puedan moverse de forma independiente y hacer lo que sea necesario para enfrentarse a los desafíos que enfrentan. Es un salvavidas para muchos que son tan desesperadamente pobres”.

Este tipo de acciones altruistas nos muestran lo maravillosa que puede llegar a ser la humanidad., Ccuando ayudas a los demás de manera desinteresada te estás ayudando a ti mismo, tus proyectos fluyen con tal naturaleza que la grandeza de tu espíritu se ve reflejada en tus actos. 

Si conoces algún otro proyecto que esté mejorando la vida de los demás, déjanos tus comentarios. 

 

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