El desempleo en Colombia ha sido un tema álgido en los últimos años y en enero de 2023 no fue la excepción. Según datos reportados por el Dane, la tasa de este indicador en el país arrancó en 13,7%, lo que significó una reducción del 0,9% respecto al mismo mes del año anterior, cuando fue de 14,6%.

Según el subdirector del Dane Leonardo Trujillo Oyola, en este lapso se contabilizaron 3,4 millones de personas desempleadas en la nación, lo que representa una disminución de 139.000 personas en comparación con enero de 2022, cuando la cifra llegó a los 3,6 millones. Si bien, este resultado parece alentador, ya se han completado cinco meses consecutivos con un deterioro en el empleo.

Aunque se esperaba una tasa de desempleo menor para el primer mes del año (cercana al 11%) debido a factores estacionales como la finalización de muchos trabajos temporales que se generan durante la época navideña, los analistas coinciden en que este comportamiento obedece a la desaceleración del consumo, y también a la caída en las ventas al por menor y la producción industrial.

El economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, reitera que la desaceleración del consumo que se está observando es un fenómeno normal. Asimismo, señaló que el Dane ha reportado menores ventas al por menor y una disminución en la producción industrial. Para el experto, esto representa un «aterrizaje suave» de la economía, donde el alto nivel de las tasas de interés y la inflación están afectando el consumo de los hogares, que había venido creciendo dinámicamente.

En estas estadísticas, las mujeres continúan siendo las más afectadas por el desempleo, con una tasa del 17,4%, que se traduce en una brecha de género del 6,4% en comparación con los hombres, cuyo resultado fue del 11%. No obstante, se observa una leve mejoría en el dato interanual (enero 2022) cuando la diferencia fue de 8,2 puntos.

Por otro lado, el Dane ha informado que durante este primer mes, los sectores que más empleo generaron fueron el de alojamiento y servicios de comida; actividades profesionales, científicas, técnicas y de servicios administrativos, y actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios. En conjunto, estas tres aristas representaron el 42% (equivalente a 336.000) del total de empleos generados en el mes, que fue de 796.000. Cabe destacar que las actividades profesionales tuvieron un aumento significativo de 208.000 puestos en comparación con enero de 2022, y aportaron un punto porcentual al total de la cifra.

Durante el trimestre de noviembre a enero las ciudades con mayor porcentaje de informalidad y baja productividad, como Quibdó (28,6%) y Riohacha (17,9%), registraron las tasas de desempleo más altas. Ibagué se ubicó en el tercer lugar de este ranking registrando un 17,7%. En contraste, Santa Marta (9,3%), Medellín (9,4%) y Manizales (9,7%) fueron las ciudades con menor tasa de desocupación. De hecho, fueron las únicas tres en el grupo de las 23 ciudades y áreas metropolitanas con el indicador por debajo de 10%.

El analista económico de Corficolombiana, Juan Camilo Pardo, dijo que precisamente las ciudades con altos niveles de informalidad y baja productividad están directamente relacionadas con la subida del salario mínimo. “No es lo mismo subir el salario mínimo en Bogotá que en Quibdó, ya que los niveles de productividad son diferentes en ambas ciudades”.

Afirmó que «cuando la economía está en buen estado, el empleo también lo está. Sin embargo, cuando se desacelera, el empleo también se ve afectado». De hecho, varios sectores que se consideraban fuertes en la generación de empleo ya están mostrando signos de desaceleración, tal y como lo señalan los economistas y analistas del mercado. En comparación con los datos del año anterior, los servicios públicos, las actividades financieras y la construcción son aquellos que más han perdido empleos.

En relación al futuro de la tasa de desempleo, se prevé que esta sea similar en promedio a la del año anterior, a medida que se ajusta la economía. Sin embargo, preocupa el aumento de la informalidad en Colombia, especialmente en la zona rural, así como la disminución del aporte de los servicios como restaurantes y hoteles al crecimiento del empleo, lo que indica una desaceleración de esta economía de servicios que ha estado en auge. Es por eso que se estima un crecimiento económico del 1 al 1.5% este año, especialmente a través de una desaceleración del consumo privado de los hogares.

¿QUIÉN ES?

Sergio Olarte
Head Economist Colombia

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