La cautela de los inversionistas de capital de riesgo en Latinoamérica ha dejado a muchas startups a un paso de lograr una valuación de US$1.000 millones y obtener el estatus de unicornio. Para lograr salir de este “limbo”, las empresas denominadas soonicorns deberán demostrar que tienen economías de unidad positivas, es decir, que los costos de venta de sus productos son rentables para obtener grandes rondas de inversión superiores a US$50 millones.

Desde 2020 hasta los primeros meses de 2022, las mega rondas de financiamiento impulsaron el surgimiento de soonicorns en Latinoamérica, valoradas en US$100 millones. Sin embargo fue en 2021, cuando se registró la mayor inversión de capital de riesgo en Latinoamérica, lo que llevó a 47 startups en la región a alcanzar el valor de esta categoría. Lo que se tradujo en un crecimiento del 3,5 veces con respecto a 2020.

Según el estudio «Insights: Ecosistema de Venture Capital y Growth Equity en Latinoamérica» elaborado por Endeavor y Glisco, estos soonicorns son startups que tienen en común: una trayectoria de 4.5 años, han recibido una inversión promedio de US$73 millones y buscan una Serie C o posterior.

A pesar de la tendencia alcista que venían presentando los soonicorns en la región, durante el 2022 el ritmo de inversión en Venture Capital desaceleró y con ello, la cantidad de capital destinado a startups en etapas avanzadas. Según el mismo estudio de Endeavor y Glisco Partners publicado en 2023, solo el 13% del capital levantado en Latinoamérica el año pasado fue destinado a estas empresas lo que significó un mínimo histórico y una contracción del 88% en comparación con años anteriores. Esto hizo que en 2022, la cantidad de mega rondas de financiamiento en Latinoamérica disminuyera un 76%.

Aún así, durante los primeros dos trimestres del año se vieron 22 mega rondas, algunas de ellas permitieron que soonicorns alcanzaran el estatus de unicornio, como Betterfly en Chile, Habi en Colombia, Nowports en México, Dock en Brasil, Kushki en Ecuador y Stori en México. No obstante, el ascenso permanece pausado, pues desde julio de 2022 no ha surgido ningún otro unicornio latinoamericano.

Entre los soonicorns que buscan una siguiente ronda para convertirse en unicornios se encuentran Addi, Covalto (antes Credijusto), Kueski, Xepelin, Frubana, entre otros:

Addi: la startup de tecnología financiera, de origen caleño, realizó un recorte masivo de personal en junio de 2022 para buscar eficiencia. Santiago Suárez, CEO de la compañía ha dicho que están en un modo optimista pero cauteloso al mismo. Aunque la compañía ha tenido avances significativos, por ejemplo en el número de clientes que pasaron de 250.000 a más de 1 millón, todavía no logra recibir una ronda de financiación que eleve su estatus a unicornio.

Covalto: anteriormente conocido como Credijusto, ha sido reconocido por expertos en capital de riesgo como el próximo unicornio gracias a su adquisición del banco Finterra en 2020 y su incursión en el mercado bancario. Sin embargo, este no es un fin que estén buscando con urgencia. Su CEO David Poritz, dijo que el tema de convertirse en unicornio resulta interesante, pero están más enfocados en rentabilidad y crecimiento. Por otro lado, la compañía ha anunciado sus planes de salir a bolsa en Nasdaq mediante una SPAC en EE.UU.

Kueski: esta fintech mexicana que utiliza algoritmos para aprobar préstamos, recaudó US$202 millones en capital y deuda en diciembre de 2021, la cual estuvo liderada por StepStone Group Inc y Victory Park Capital. Y a pesar que desde entonces no ha recibido ninguna otra ronda de financiación, esta empresa, presidida por Adalberto Flores, podría convertirse en el próximo unicornio mexicano.

Xepelin: La fintech cofundada por Sebastián Kreis, operada a través de una plataforma de pagos y servicios financieros para empresas pequeñas y medianas en América Latina, recaudó US$111 millones en su ronda de financiamiento Serie B a solo nueve meses de su Serie A, y luego obtuvo US$140 millones de Goldman Sachs.

Su objetivo para 2023 es continuar creciendo en este mercado fintech debido a su tamaño y la falta de entidades financieras que cubran este negocio en México.

Frubana: Lo que inició como una plataforma de frutas y verduras, se ha tornado en una tienda ‘de todo’ para restaurantes y pequeños comercios, según Fabián Gómez, fundador y CEO de Frubana. Si bien, durante el boom de inversiones en 2021, esta compañía logró captar US$65 millones en una Serie B liderada por Hans Tung, socio de la firma de venture capital GGV Capital, en 2022, fue una de las que tuvo que recortar personal para seguir a flote.

Kubo Financiero: surgió hace casi una década, cuando el término fintech aún no era común, con un equipo liderado por Vicente Fenoll y su enfoque en soluciones financieras en línea. Esta fintech pionera en México recibió una inversión de US$27,5 millones en 2021 por parte de BID Invest, Blue like an Orange, Mexico Ventures, y antiguos inversionistas como Bamboo Finance, DalusCapital y KuECapital.

La Haus: esta proptech, experimentó un crecimiento exponencial en 2021, y aunque no tiene como prioridad el estatus de unicornio, busca convertirse en una empresa pública. El cofundador Rodrigo Sánchez Ríos enfatizó su enfoque en un crecimiento rentable hacia mercados públicos en una entrevista en mayo de 2022.

Kovi: que permite la renta de vehículos para aplicaciones de movilidad y mensajería, cerró una ronda de inversión liderada por Valor Capital y Prosus Ventures por US$100 millones en agosto de 2021. La startup captó capital dos años después de recibir una inversión de US$30 millones en una ronda de serie A. Kovi actualmente tiene usuarios en Brasil y México y está liderada por Adhemar Milani Neto.

Alice: este proveedor brasileño de seguros de salud individuales, recibió una ronda Serie C de US$127 millones de SoftBank en diciembre de 2021. Sin embargo, en julio de 2022, la empresa presidida por André Florence, tuvo que despedir a 63 empleados de su departamento de ventas para redimensionar su equipo según sus planes de expansión a largo plazo.

Dr. Consulta: la startup de atención médica con tecnología y liderada por Thomaz Srougi, alcanzó una de las últimas megarrondas de inversión en agosto de 2022, obteniendo US$170 millones de inversores como Madrone Capital Partners, Lightrock y Kamarropin.

 Como se mencionó algunas de estas empresas han tenido que recortar personal para mantenerse a flote, mientras que otras han optado por obtener deuda en lugar de diluirse o devaluarse.

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