Belvo anunció el recaudo de USD 43 millones en una ronda de financiación Serie A, en una ronda que combinó firmas de venture capital y ángeles inversionistas de Silicon Valley y América Latina. En la financiación participaron Future Positive, Kibo Ventures, FJ Labs, Kaszek Ventures, MAYA Capital, Venture Friends, el cofundador y presidente de Rappi Sebastián Mejía, Harsh Sinha, CTO de Wise (anteriormente Transferwise) y el CEO y fundador de Nubank, David Vélez. De acuerdo con Crunchbase, la ronda Serie A más grande de una fintech latinoamericana.
Belvo apunta a trabajar con fintechs líderes en América Latina, abarcando verticales como los neobancos, proveedores de crédito y productos de finanzas personales que los latinoamericanos usan todos los días. El objetivo de la startup con su plataforma API para desarrolladores, que se puede utilizar para acceder e interpretar los datos financieros del usuario final, es construir productos financieros mejores, más eficientes y más inclusivos en Latinoamérica. Los desarrolladores de aplicaciones populares de neobancos, proveedores de crédito y herramientas de finanzas personales utilizan la API de Belvo para conectar cuentas bancarias con sus aplicaciones para desbloquear el poder de la banca abierta.
Según algunos expertos, Belvo podría considerarse similar a Plaid, con sede en Estados Unidos pero más en sintonía con el mercado latinoamericano, por lo que puede incorporar un conjunto de datos más diverso para satisfacer mejor las necesidades de la industria. varios mercados a los que sirve.
No obstante, el cofundador y CEO de Belvo, Pablo Viguera, explicó que su compañía no está simplemente construyendo un negocio de API bancarias con la esperanza de conectar aplicaciones a cuentas financieras. “Belvo quiere construir una API de finanzas , que recibe más información de la que normalmente recopilan dichos sistemas. América Latina está enormemente sub-bancarizada y no bancarizada, por lo que cuantos más datos provengan de más fuentes, mejor. En esencia, estamos presionando por resultados similares (como Plaid) en términos de cuando se piensa en banca abierta o finanzas abiertas. Estamos trabajando para democratizar el acceso a los datos financieros y capacitar a los usuarios finales para que transfieran esos datos y los compartan con quien quieran», agregó Viguera.
Viguera, de origen español, y el coCEO, Oriol Tintoré, fundaron Belvo en mayo de 2019 haciendo parte del lote Invierno 2020 de Y Combinator. Desde el lanzamiento de su plataforma el año pasado, la compañía dice que ha construido una base de clientes de más de 60 compañías en México, Brasil y Colombia, manejando millones de llamadas API mensuales. Esto es importante porque al igual que otros jugadores en el espacio API, Belvo cobra por cada llamada API que utilizan sus clientes.
Además, durante el año pasado, expandió su cobertura API a más de 40 instituciones financieras, lo que brinda a las empresas la capacidad de conectarse a más del 90% de las cuentas bancarias personales y comerciales en América Latina, así como a las autoridades fiscales (como el SAT en México) y plataformas de economía gig.
“Básicamente, tomamos datos financieros no estructurados, que una persona podría tener fuera de un banco, como las integraciones que tenemos con plataformas de economía de proyectos como Uber y Rappi. Podemos tomar la información de un conductor de su aplicación Uber, que está construida como una aplicación bancaria, y convertirla en información significativa similar a un banco que terceros pueden aprovechar para realizar evaluaciones como si fueran datos provenientes de un banco”, aseveró Viguera.
La startup planea utilizar su nuevo capital para escalar su oferta de productos, continuar expandiendo su presencia geográfica y duplicar su plantilla actual de 70 personas. Específicamente, Belvo planea contratar a más de 50 ingenieros en México y Brasil para fin de año. Actualmente cuenta con oficinas en Ciudad de México, São Paulo y Barcelona. La compañía también apunta a lanzar su oferta de iniciación de pagos de banco a banco en México y Brasil.