El ser humano nació para aprender, pues aprender es la única forma de sobrevivir. De la ilusión de que el aprendizaje nos remita a un colegio o una universidad, queda muy poco cuando nos damos cuenta de que cada momento de la vida es una experiencia que se va acumulando con las anteriores y las futuras, y que el aprendizaje no esta supeditado a la pedagogía (con enfoque en niños y jóvenes) n la andragogía (enfocado en adultos).
Chris Colbert es un experto internacional en innovación, a tal punto que dirigió hasta hace muy poco el Harvard Innovation Labs y ya con sus años de experiencia y saber atesorado en un cargo de tan alto calibre, decidió emprender a una edad madura, cuando tiene mucho más que aportar que antes. Y lo está haciendo a través de One Eighty, su empresa dedicada al aprendizaje para que las personas puedan enfrentar los desafíos personales y profesionales que implica la actual revolución industrial, pues todas las personas nos estamos adaptando a nuevas condiciones y, aunque estemos jóvenes, no contamos con garantías ante un mundo que está cambiando tan rápidamente, lo que de forma especial está sintiendo la población más veterana.
One Eighty, o 180, se refiere a dar la vuelta en semicírculo y cambiar la forma de ver y actuar en el mundo, sea para reorganizarse en posiciones o negocios todavía vigentes o para innovar de forma radical. Y no es nada fácil, realmente. Sin embargo los emprendimientos son experiencias gratificantes y estimulantes para esas épocas en las que la gente busca vivir cosas nuevas, renovar sus energías, sacudirse lo obsoleto y renovar sus capacidades, dando nuevas fuerzas a sus ilusiones. Emprender cuando ya se es una persona mayor, posiblemente, no signifique convertirse en millonario, aunque ojalá sí se dé eso. Lo cierto es que lo más valioso de emprender cuando ya se está en una edad madura significa la oportunidad de no arrepentirse de no haberlo intentado y, especialmente, de aprender y crecer como ser humano. Por eso es tan interesante ver y escuchar hoy a Chris Colbert.
