Por: Fernando Cárdenas – CEO Lift

Últimamente hemos visto un auge en las políticas públicas de los países en vía de desarrollo relacionadas con la promoción del emprendimiento. Muchos gobiernos creen en el mito de que los emprendimientos son la solución mágica a los problemas de crecimiento y desarrollo de las economías emergentes. Creen que estos son la fuente ineludible de innovación, productividad y generación de empleo. Como consecuencia de esto ponen en práctica políticas de promoción, subsidios, beneficios y créditos destinados a la creación de nuevas empresas. Sin embargo, Scott Shane, reconocido profesor e investigador en temas de emprendimiento, muestra como la creencia popular de que promover el emprendimiento y estimular a más y más personas para que creen nuevas empresas es una mala decisión de política pública. Esto no ayuda a mejorar el crecimiento económico, ni garantiza la generación de mucho empleo.

¿Por qué promover el emprendimiento y la creación de empresas no es la mejor idea para la generación de empleo y el crecimiento económico?

Esta posición de Shane puede parecer contraria a las creencias populares. Hay muchas compañías que hoy son grandes y que fueron emprendimientos hace algunos pocos años. Sin embargo, para que la generación de nuevas empresas contribuya al crecimiento económico, tienen que ser más productivas que las ya existentes. El problema es que en la mayoría de los casos esto no sucede. Varios estudios muestran que la productividad de las empresas incrementa con la edad. Esto significa que desde el punto de vista del crecimiento económico sería mejor crecer las firmas existentes que crear empresas nuevas. Investigaciones de varios economistas, entre ellos Noorderhaven, muestran cómo a medida que los países aumentan su ingreso per capita, la tasa de creación de nuevas empresas disminuye en lugar de aumentar.

Hay evidencia que muestra que en aquellas economías en las que los gobiernos intervienen para promover activamente la creación de nuevas empresas, hay altas tasas de mortalidad, y el impacto sobre el crecimiento y el desarrollo no es el deseado.

Según Shane, el emprendedor típico es muy malo a la hora de seleccionar las industrias y termina escogiendo aquellas en las que es más fácil entrar y no las que tienen alto potencial de creación. Es por esto que las tasas de mortalidad de las empresas en países en desarrollo con grandes incentivos al emprendimiento son mayores. Normalmente la mayor respuesta a los incentivos al emprendimiento viene de personas desempleadas o muy jóvenes con bajo costo de oportunidad y estos generalmente no son los mejores emprendedores.

¿Cuál es entonces la política pública adecuada?

La respuesta según Shane es clara. Deberíamos dejar de subsidiar la creación de empresas típicas y concentrar los esfuerzos en empresas con alto potencial de crecimiento. El crecimiento económico y la generación de empleo no es un problema masivo, es un problema de calidad de los emprendimientos y de su potencial de crecimiento. Un porcentaje muy pequeño de las empresas que se crean son las que contribuyen al crecimiento y al empleo. Según la asociación de capital de riesgo de Estados Unidos, los fondos de capital de riesgo invirtieron entre 1.970 y 2.003 en un promedio de 820 empresas por año de más de 2 millones de empresas que se crean. Es decir un 0.041% de las empresas creadas por año.

Según esta misma asociación, las empresas financiadas por fondos de capital de riesgo empleaban en 2003, 10 millones de personas, equivalentes a casi el 10% de la fuerza de trabajo privada. Estas empresas generaron ventas en ese mismo año por $1.8 trillones de dólares, cerca del 10% de todas las ventas de todos los negocios en Estados Unidos.

Conclusiones:

En lugar de creer que promover y subsidiar el emprendimiento en grandes volúmenes es la solución para crecer y desarrollar nuestros países, deberíamos reconocer que sólo unas selectas empresas son las que tienen este impacto.

Los gobiernos que dictan política pública deberían dejar de gastar recursos para promover masivamente el emprendimiento y concentrarse en los emprendimientos de alto potencial de crecimiento y en desarrollar la industria de capital de riesgo. Menos marketing y publicidad que motive a emprendedores típicos y más gestión concentrada en emprendimientos con alto potencial de innovación y de crecimiento.

Se trata de apoyar buenos emprendedores, capacitados y preparados para crecer con base en ventajas competitivas claras y sostenibles, sin olvidar las inversiones necesarias para crecer las empresas existentes que tienen alto potencial de crecimiento con base en innovación y productividad.

Menos eventos y marketing, menos subsidios a emprendimientos típicos, más recursos de inversión a los mejores emprendimientos y al desarrollo de la industria de capital de riesgo. Menos popular pero más efectivo.

¿QUIÉN ES?

Fernado Cárdenas
Partner en LIFT Growth & Innovation
Helping companies and entrepreneurs grow through innovation in products, services, processes, business models and structures.

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