Para Whitney Johnson, uno debe hacer autodisrupción continuamente. Este es el inicio de cualquier otra disrupción, pues se debe partir de una actitud, no de un acto improvisado. El líder debe experimentar la incomodidad de cambiar su status quo y creer en lo que hace, para poder inspirar a otros a seguirlo en sea cual sea el cambio positivo que se quiere lograr.
“El líder camina y habla”, es decir, es un ser humano normal, que toma acciones. Pero para ejercer su función necesita de otros, y, en este orden de ideas, los equipos necesitan que alguien tenga la visión clara de dónde se está y hacia dónde se quiere llegar; alguien que lidere la ejecución, pues no siempre el estratega es quien sabe ejecutar, y alguien que sepa entender cómo la gente se siente y piensa, de forma tal que pueda ayudar a que se asuman los mensajes y se alineen las voluntades y talentos alrededor del cambio positivo que se mencionó anteriormente.
Toda organización de alto crecimiento necesita a líderes y a gente en los roles clave que sean también personas de alto crecimiento. Si bien no todas las personas tienen la mentalidad de crecer o no en todas las etapas de la vida se está pensando en crecimientos organizacionales sino tal vez personales, familiares, entre otros; lo cierto es que siempre se está aprendiendo, y esto incluye a quien se supone que sabe todo lo necesario por estar liderando cualquier proyecto, y, por ende, todo cambio que se quiera hacer exitosamente debe pasar por una autogestión también exitosa, que parte de tener la humildad de saber y asumir que se está ejecutando, pero aprendiendo a la vez. En este punto es además fundamental el manejo de las propias emociones y de los miedos de la gente, pues las disrupciones traen miedo y éste trae malas decisiones y errores. Por lo tanto, liderar implica disipar dudas y quitar el miedo del camino de los miembros de la organización.
Trabajando con el autor Clayton Christensen, quien escribió El Dilema del Innovador, Whitney ha consolidado la idea de la autodisrupción para poder hacer disrupciones en otros ámbitos. Su trabajo ha incluido su reconocido paso como analista accionaria en Wall Street, además de coach en el programa de educación para ejecutivos de la Universidad de Harvard. Como podemos ver, ayudar a la gente a salir del fondo de la curva de aprendizaje es una cuestión de alto desempeño, y la trayectoria de Whitney demuestra que sabe lo que dice. Veámosla en este video, en el que ofrece más detalles.