La fintech Kushki, enfocada en infraestructura de pagos, se convirtió en el primer unicornio de Ecuador, tras una ronda de financiación Serie B de USD 186 millones que comenzó en julio del año pasado y cerró tras una ampliación. La ronda contó con la participación de Kaszek Ventures, Clocktower Ventures, SoftBank Latin America Fund y DILA Capital, entre otros.

Con operación en Ecuador, México, Colombia, Perú y Chile, esta última inversión se produce después de un año en el que Kushki reportó un crecimiento del 200% en 2021.

Kushki ayuda a las empresas de toda la región a reducir el costo y la complejidad de los pagos en línea al mismo tiempo que mejora las tasas de aceptación y reduce el fraude. Específicamente, permite a las empresas latinoamericanas aceptar pagos a nivel mundial y recibir dinero en su moneda local.

“Uno de los grandes retos que tenemos como compañía es crear una empresa latinoamericana desde la perspectiva de recursos humanos y de producto, ser multiculturales. Tenemos colaboradores en 12 países y operaciones en cinco países. Nos encargamos de hacer toda la infraestructura que hay detrás de los pagos digitales, estandarizando toda la tecnología”, comentó en un comunicado el cofundador y CEO de Kushki Aron Schwarzkopf.

El objetivo final es ayudar a estas empresas, como los bancos digitales, a crecer más rápido en línea e impulsar la adopción de pagos digitales por parte de los consumidores. Kushki procesa 75.000 transacciones por segundo y transa más de USD 30.000 millones al año, aproximadamente.

En la actualidad, Kushki emplea a 750 personas, utilizando equipos locales para ofrecer soluciones personalizadas por país, y tiene cientos de clientes, incluidos Telefónica, Claro, Credijusto, Rappi, Banco Santander, entre otros.

Schwarzkopf cree que la infraestructura de pago ha seguido siendo resistente a pesar de la desaceleración de las empresas globales y el macroentorno desafiante, y Kushki no es una excepción. En América Latina en particular cree que es una tecnología muy baja, por lo general muy fragmentada y sin estandarizar.

“No digo que seamos completamente impermeables a las recesiones, pero el problema que estamos abordando es muy, muy grande en este momento y lo que hemos podido conquistar es muy pequeño en comparación con eso. El problema es tan grande en Latinoamérica, que independientemente de si NASDAQ sube o baja, los pagos en la región seguirán con una tendencia al alza. Lo que estamos construyendo es como un pilar gigantesco, no solo para nosotros, sino para otras empresas que están construyendo encima de nosotros”, dijo Schwarzkopf.

Founders Kushki (izq a der): Aron Schwarzkopf, David Mattos, Daniela Espinosa, Sebastián Castro y Madeline Clavijo

A pesar de la incertidumbre que hay en los mercados capitales, Schwarzkopf, que cofundó la compañía junto a Sebastián Castro, Daniela Espinosa y Madeline Clavijo está seguro de que suban o bajen los mercados, la demanda de pagos digitales seguirá subiendo.

Las nuevas empresas latinoamericanas han recibido una cantidad cada vez mayor de intereses y dólares de riesgo en los últimos años. Sin embargo, una de las mayores diferencias entre las startups de la región y las de Estados Unidos en opinión de Schwarzkopf, es que las startups latinoamericanas a menudo han demostrado una tracción significativamente mayor que sus contrapartes extranjeras con valoraciones más bajas.

Por su parte, Hernan Kazah, managing partner de Kaszek e inversionista de Kushki desde principios de 2020, destacó que están muy emocionados de continuar respaldando a todo el equipo de Kushki.

“En los últimos años, han demostrado una capacidad sobresaliente para ejecutar y atraer a los mejores clientes y talentos de la región. Creemos que Kushki recién comienza su misión de conectar a Latinoamérica con pagos digitales eficientes”, apuntó el inversor.

Los nuevos fondos se utilizarán para acelerar la evolución de Kushki a una moderna infraestructura de pagos para toda América Latina, que facilite las transacciones de pagos digitales de cualquier categoría, sin importar el país. Esta infraestructura desempeñará un rol fundamental en la aceleración de la transformación digital y en el crecimiento económico de la región, al permitir que las empresas crezcan más rápido online para impulsar la adopción de pagos digitales por parte de los consumidores.