Los augurios de la economía colombiana y su escenario para los negocios en 2023
8 de febrero de 2023

Durante el cierre del 2022 y el inicio del 2023, la economía colombiana acentuó las señales de desaceleración, lo que ha provocado que haya un ajuste a la baja frente a la perspectiva de crecimiento, especialmente, para lo que será el primer trimestre del año. Es así como la afectación a las finanzas personales de los colombianos y a las empresas, no dejan de ser un tema menor.

La Ocde, por ejemplo, indicó en su último informe para Colombia que “el consumo y la inversión seguirán siendo moderados, mientras que los hogares y las empresas se enfrenten a una inflación y a unos tipos de interés elevados, así como a la constante incertidumbre por las perspectivas económicas y la política económica”.

Pero la situación parece no cesar. Según el informe de macroeconomía e investigaciones económicas de Corficolombiana, se espera que el crecimiento del PIB pase de 4,0% a/a en el cuarto trimestre de 2022 a 2,2% a/a entre enero y marzo de 2023, pues los datos sectoriales todavía muestran un decrecimiento transversal en la mayoría de las ramas de actividad durante este primer mes, más aún, en aquellos relacionados con la industria y los servicios. Esto se explica a que “buena parte de la demanda de gas en el sector no regulado está asociada al sector industrial, por lo que el menor desempeño de este indicador sugiere un avance más lento del sector secundario. Además, los ingresos por transferencias (remesas hacia Colombia) que registra la balanza cambiaria han mostrado una tendencia hacia menores crecimientos, lo que anticipa una mayor debilidad del gasto privado y, por lo tanto, de las actividades asociadas al sector terciario”.

Vale la pena recordar que Colombia no es ajena al escenario internacional, y es precisamente la economía global la que está marcando el compás, con presiones inflacionarias y tasas de interés que se mantendrán en terreno alto durante este año.

Manuel Arévalo, presidente y CEO de Cesce en Colombia, señaló que este año muy seguramente la inversión en las empresas se frene y se priorice cuidar la caja, para paulatinamente dar un espacio para que la economía se reactive. “La vocación emprendedora y de innovación que caracteriza al ecosistema empresarial en Colombia hace presagiar que, al igual a como ha pasado con otros momentos complejos de la economía del país; las compañías que mejor interpretan los cambios y su entorno serán quienes podrán aprovechar las oportunidades que el mercado ofrece”.

Ante este panorama de incertidumbre global, las empresas en el país, sin importar su tamaño o actividad, están llamadas a apostar por el crecimiento y fortalecerse en el mercado; pero al mismo tiempo, cada nuevo negocio o acuerdo que realicen con terceros, clientes y proveedores debe estar protegido. “Ser conscientes del momento por el que estamos pasando y de la necesidad de cuidar el capital de las compañías será una prioridad durante los próximos meses”, aseguró el vocero.

Estas son algunas de las tendencias que podrían avecinarse para la economía y el gremio empresarial colombiano durante esta vigencia, según Cesce:

  1. Apuesta por el comercio transfronterizo: las empresas que nacieron con un modelo creado para atender mercado local están cambiando y ahora mostrarán una vocación internacional para así acceder a nuevas oportunidades.

“Para el 2023 y ante la reactivación de las relaciones políticas con Venezuela, las empresas colombianas tienen una oportunidad especial para volver a llegar con sus productos y servicios al vecino país. Sin embargo, la principal barrera que tienen al momento de llevarlo a cabo es la inestabilidad política y económica que allí se está viviendo, y el no poder dar crédito a esos clientes potenciales, ya que al no conocerlos se exige pago anticipado”, afirma Arévalo.

2. Consolidación de alertas tempranas en el comportamiento de pago: el temor que existe sobre la salud financiera en las empresas, genera incertidumbre y puede limitar la capacidad de crear nuevas relaciones y vínculos con terceros, por lo que contar con herramientas que minimicen este riesgo se hará fundamental de cara al próximo año.

3. Las Pyme priorizarán asegurar sus facturas: para cualquier tipo de organización, pero en especial para las pequeñas y medianas empresas, garantizar el pago de las cuentas por cobrar y tener un flujo de caja que garantice su operación será una de las principales prioridades que veremos en el mercado nacional.

4. Indicadores que marcarán la pauta comercial: el aumento del salario mínimo, la inflación, el precio del dólar y las tasas de interés, la desaceleración económica que afectará el consumo y por consiguiente los ingresos de las compañías, son comportamientos que servirán como una radiografía del comportamiento económico del país.

“La siniestralidad en las empresas estaba adormecida porque la economía estaba anestesiada. Hoy, con unas tasas de interés que vienen en subida, las empresas van a tener más dificultades en su caja y van a seguir incumpliendo. De cara al 2023 interpretar en tiempo real el comportamiento que tienen será un recurso fundamental para adaptar la estrategia y variar los objetivos si es que así se requiere”, apunta el vocero de Cesce.

5. La guerra en Ucrania seguirá afectando la economía: Luego de cerca de 10 meses del conflicto armado con Rusia, el petróleo, materia prima energética en el mundo superó la barrera de los US$100, lo que permitió a países exportadores como Colombia mejorar el ingreso de divisas. De acuerdo con las cifras del Dane, las exportaciones de crudo sumaron US$8.836 millones en el 2022, frente al mismo período de 2021 cuando llegaron a US$5.020 millones. Sin embargo, esta revalorización es un arma de doble filo, porque a su vez produce el incremento de los bienes y servicios, además de afectar directamente en el valor de las importaciones y exportaciones que realiza el país.

¿QUIÉN ES?

Manuel Arevalo
Presidente & CEO at CESCE Colombia (Segurexpo S.A.)
Ayudo a las empresas a gestionar los riesgos de impago de sus cuentas por cobrar y les facilito herramientas que les permitan incrementar ventas de una manera segura, potencializando relaciones comerciales con clientes nuevos y existentes, garantizando relaciones de beneficio mutuo y de largo plazo. Este crecimiento sostenible de las empresas dinamiza la economía y contribuye a generar prosperidad para nuestro país.

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