La startup colombiana, Muncher, cuyo modelo de cocinas ocultas se ha expandido rápidamente con el impulso de la pandemia y el entorno post-Covid, cerró una Serie B de USD 27 millones liderada por Glisco Partners, una firma mexicana de capital privado que se suma a inversionistas existentes como TMT Investments y Copernion Capital Partners, completando cerca de USD 53 millones recaudados desde su inicio de operaciones en 2019.
Actualmente, la compañía cuenta con 400 cocinas ocultas en 11 ciudades de Colombia, México, Perú y Brasil, por medio de 43 hubs, y con la inyección de capital, planean construir cientos de cocinas más en otros destinos de Latinoamérica, según informó la compañía.
“Estamos proporcionando un escenario ideal para que los restauranteros crezcan rápidamente con un gasto de capital mínimo y mejoren su rentabilidad al impulsar las ventas y reducir los costos. El año que viene construiremos cientos de cocinas más con un modelo híbrido que ayude a los restaurantes a aprovechar las ventajas de las entregas a domicilio y las ventas en sitio y para llevar. También nos concentraremos en crecer en nuestras ubicaciones actuales y nuevas”, manifestó Juan David Jaramillo, cofundador y CEO de Muncher.
Muncher construye ‘hubs’ (cada uno con 10 cocinas ocultas), en contenedores con la propuesta de generar economía circular. En esa línea, son dos negocios los que tiene Muncher; el de bienes raíces, en el que dispone de hubs de cocinas ocultas con espacios modulares y estandarizados para que sean alquilados por terceros, a quienes ofrecen también herramientas digitales de integración y de análisis de datos y el de restaurantes virtuales, a través del cual opera marcas propias como el restaurante de comida saludable Franco y el de sándwich Oh My.
El directivo agregó que son contenedores en desuso que en una naviera hubieran tenido que botar y ellos les dan 15 años más de vida. Cabe destacar que además, la compañía está habilitando el concepto de take away en el que los consumidores piden comida para llevar en las plataformas digitales y pueden pasar a recogerla en el hub. El CEO de Muncher sustenta que así y tener ubicaciones cerca de los clientes, también se reduce la huella de carbono porque se necesitan recorrer menos kilómetros para hacer la entrega de la comida.
Cofundada por Juan David junto a Nimrod Molad y Andrés Villarraga en 2019, su crecimiento en el último año ha volado a la medida que la pandemia ha impulsado a los restaurantes a tener más cocinas ocultas que sedes físicas para poder atender la demanda de los domicilios.
Comenzaron ubicándose en parqueaderos, pero el apogeo del modelo ha sido tanto en el último año, que ahora están alquilando terrenos más grandes hasta tener 247 cocinas ocultas; 132 de ellas en Colombia, 80 en México y 35 en Perú.
Por su parte, Alfredo Castellanos, managing partner de Glisco Partners, firma que lideró la Serie B, resaltó los puntos positivos de la ronda de inversión.
“En Glisco estamos buscando invertir en compañías latinoamericanas e hispanas que ofrezcan importantes retornos mediante la disrupción de grandes industrias y ofreciendo productos y servicios innovadores. Creemos que el modelo de Muncher para proporcionar Dark Kitchens bien ubicadas y de bajo costo con herramientas de venta digital con tecnología avanzada que irrumpen en la industria tradicional restaurantera encaja perfectamente en nuestra tesis de inversión. Como es evidente en su historial, esta foodtech cuenta con una posición ideal para continuar creciendo rápidamente y generar retornos altamente atractivos para sus inversionistas y accionistas”, apuntó Castellanos.
Esta es la séptima inversión de Glisco para su cuarto fondo y llega después de transacciones con ZeBrands, Kueski, Yalo and Mezcal Amarás. La firma ha recaudado más de 500 millones de dólares, con un recorrido que incluye salidas exitosas de la aerolínea Volaris y de la farmacéutica More Pharma.
