De acuerdo con estimaciones de LAVCA, 2022 fue el segundo mejor año de la historia en inversión de venture capital (inversión de capital de riesgo) en América Latina, superando los USD 10.000 millones de monto invertido.
Pese a que la cifra mostró una gran caída frente al año pasado, estuvo muy por encima de los años anteriores, aun en un contexto de inversión complejo, en un denominado “invierno de las startups” y de un alza de tasas de interés.

El informe contempla que en América Latina las startups representan una oportunidad única de inversión en venture capital, considerando las tasas de crecimiento de la economía digital, que supera los dos dígitos anuales y el nivel de urbanización de la población, el cual es porcentualmente mayor que la de Estados Unidos, y el PIB per cápita en crecimiento, cuatro veces más grandes que el del sur asiático.

 

Inversión en Venture Capital en América Latina

Valores en millones de dólares

Así mismo, el sector de emprendimiento tecnológico ha visto mayor solidez son las compañías en etapa temprana o seed, a pesar de la reducción en capital invertido en etapas más tardías.

Dentro de las rondas de inversión de riesgo más destacadas de este año, se encuentran las de los unicornios de Brasil, Neon, Creditas, Velvet y Mosyle; la de los unicornios chilenos Xepelin y Codify; las de las colombianas Lulo Bank, Habi (se convirtió en unicornio este año) y TUL; y las mexicanas Jeeves, Jüsto y Nowports.

 

 

En esta línea, el informe destaca que el crecimiento económico de la región, relacionado con las industrias tecnológicas, evidencia que los países que más desarrollo han tenido son Chile con 45%, México con 42%, Argentina 41% y Colombia 34%.

De acuerdo con Santiago Rojas, Cofundador y managing director de la aceleradora Cube Ventures, América Latina representa un lugar de oportunidades para quienes desean invertir en startups, abriendo un abanico de opciones para diversificar ampliamente el portafolio más allá de lo tradicional, de tal manera que en los periodos en que el resto de activos tienen una tendencia baja, en el país hay otras opciones que crecen.

“Existe el pensamiento universal de que las economías más grandes son Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Reino Unido. Sin embargo, si tenemos en cuenta a los 660 millones de habitantes de nuestro continente, los USD 5.1 trillones de Producto Intro Bruto, en América Latina somos la tercera economía más grande del mundo, por encima de Japón”, agregó el inversor.

No obstante, uno de los grandes desafíos que tiene la región en esta materia, es seguir capitalizando y formando el talento, pese a algún avance. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante este año en América Latina más de un millón de puestos vacantes en tecnología que fueron registrados ya se han ido ocupando. Además, alrededor de 100.000 profesionales se han graduado en carreras de esta área del conocimiento. Pero todavía hay una gran brecha por cubrir.

 

 

De otro lado, el entorno económico seguirá complicándose. En ese sentido, Brian Requarth, cofundador de Latitud, señaló que en los últimos 12 meses el capital de riesgo alcanzó un momento de estabilidad luego de que en 2021 sufriera una anomalía, al dispararse la inversión a montos nunca antes vistos. El inversor concluye que el panorama del venture capital es de retos y difiere de acuerdo a las etapas de inversión en las que se encuentre la startup.

Cabe destacar que el venture capital, no es la única herramienta con la que cuentan los emprendedores para financiar el crecimiento de sus empresas emergentes, y ante un panorama económico complejo, el venture debt fue una de las herramientas que usaron varias empresas, sobre todo ya en etapas más avanzadas, para continuar financiando el crecimiento.

 

 

El ‘venture debt’ es un préstamo orientado a ‘startups’ cuya mayor parte consiste en deuda que se devuelve con intereses y una pequeña fracción se dedica a adquirir participaciones en la empresa. Se trata de un modelo muy interesante para emprendedores que quieren acceder a financiación sin que su participación accionarial se reduzca significativamente, como ocurre en las rondas de capital riesgo en las que los inversores entran a formar parte de la empresa como accionistas.

Aunque esta herramienta de financiación surgida en Silicon Valley es muy habitual en Estados Unidos, era poco conocida fuera de sus fronteras hasta hace pocos años. Ahora, en medio de un panorama difícil de inversión, empresas de España, México y América Latina con base tecnológica o innovadora han experimentando un rápido crecimiento financiándose con este modelo.

Otros usos que puede tener el ‘venture debt’, además de ampliar el tiempo de liquidez, es reforzar un hito operativo inminente que llevará a la empresa a aumentar su valoración en una próxima ronda de capital riesgo, o respaldar el modelo de negocio de compañías que hacen un uso intensivo del capital, como son las ‘fintech’ que hacen préstamos o las ‘proptech’ que tienen que realizar compras de activos inmobiliarios.

 

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