El banco suizo UBS estima que el valor potencial del mercado de turismo espacial alcanzará los USD 3.000 millones anuales para 2030. En la actualidad hay varias compañías que buscan conquistar el liderazgo de este sector que está en una fase inicial. En esta línea, este fin de semana Virgin Galactic, compañía perteneciente a Virgin Group, se convirtió en la pionera de los vuelos turísticos al espacio, tras una inversión de USD 1.000 millones y 17 años de desarrollo, y tomando la delantera de sus rivales Blue Origin de propiedad del magnate Jeff Bezos, y Space X, que pertenece a Elon Musk.
El lanzamiento del avión cohete de pasajeros VSS Unity marcó el vigésimo segundo vuelo de prueba de la compañía de su sistema SpaceShipTwo, y su cuarta misión tripulada más allá de la atmósfera terrestre. También fue el primero en llevar una dotación completa de viajeros espaciales: dos pilotos y cuatro «especialistas en misiones», entre ellos Richard Branson, el magnate de 70 años fundador de Virgin Group.
El VSS Unity, después de ser lanzado por un avión de transporte llamado VMS Eve por encima de los 40.000 pies, encendió su motor cohete y aceleró a una velocidad superior a la del sonido en un ascenso al borde del espacio.
Virgin Galactic ya ha vendido billetes para viajar al espacio a más de 600 personas (por USD 250.000 para un vuelo de 90 minutos). En esta etapa y con este viaje, el papel de Branson es evaluar la experiencia de los astronautas privados para prepararse para futuros clientes, lo que la compañía espera hacer a partir de 2022.
“Realmente creo que el espacio nos pertenece a todos. Después de 17 años de investigación, ingeniería e innovación, la nueva industria espacial comercial está preparada para abrir el universo a la humanidad y cambiar el mundo para siempre”, dijo Branson en un comunicado.
El avión de Branson no despega por sí solo desde la Tierra. Para volar, necesita ser transportado por un avión mucho más grande a una altitud de unos 15 km, desde donde es lanzado. Entonces, la aeronave enciende su motor para impulsarse hasta alcanzar una altura aproximada de 90 kilómetros. La altura que alcanzó el Unity en este vuelo fue de 85 km.
«Mi misión era convertir el sueño de los viajes espaciales en una realidad para mis nietos, para sus nietos, para muchas personas que viven hoy, para todos. Y habiendo volado al espacio, he visto cómo Virgin Galactic es la línea espacial para la Tierra. Estamos aquí para hacer que el espacio sea accesible para todos, y queremos convertir a la próxima generación de soñadores en los astronautas de hoy y de mañana», agregó Branson.
Una industria naciente y una carrera por la conquista del negocio
El vuelo espacial de Branson llega solo nueve días antes de cuando el fundador de Amazon, Jeff Bezos, dijo que se lanzará al espacio a través de su propia empresa, Blue Origin.
A través de su cuenta de Twitter, Blue Origin ha menospreciado a Virgin Galactic por no ser una verdadera experiencia de vuelo espacial, diciendo que, a diferencia de Unity, el New Shepard de Bezos supera la marca de 100 km, llamada línea Kármán, establecida por un organismo aeronáutico internacional como definitoria. El límite entre la atmósfera y el espacio de la Tierra. Sin embargo, la agencia espacial estadounidense Nasa y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos definen a un astronauta como cualquier persona que haya volado a más de 80 km.
Un tercer jugador en la carrera espacial, SpaceX de Elon Musk, planea enviar a su primera tripulación totalmente civil (sin Musk) en órbita en septiembre, después de haber lanzado ya numerosas cargas útiles y astronautas a la Estación Espacial Internacional de la Nasa.
